Balance y perspectivas. El país después de las PASO

Los resultados electorales del domingo 9 confirmaron tendencias que veníamos señalando. Los tres principales candidatos del régimen concentraron el 90% de los votos mostrando que, aun sin despertar entusiasmo popular, primó una tendencia general a no salir del marco actual. La votación de la izquierda se redujo no sólo por ese factor objetivo, sino por la fragmentación. Es importante sacar conclusiones para abordar el próximo período, para impulsar las luchas contra el ajuste y seguir bregando por la unidad de toda la izquierda política y social, que es la gran tarea pendiente.

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Escribe Guillermo Pacagnini

Aunque disminuyó su caudal de votos, Scioli se impuso sin alejar el escenario de balotaje con Macri que salió segundo. Massa, si bien quedó tercero, podría disputar por entrar al balotaje.
Si bien ninguna de estas fuerzas descolló y logró enamorar al pueblo, entre todas terminaron capturando la mayoría de los votos.

Las opciones del régimen concentraron la mayoría de votos

Con 38.4% Scioli triunfó por más de 8 puntos sobre Cambiemos, la segunda fuerza, pero no elude el posible escenario de segunda vuelta en octubre. El FPV queda 12 puntos por debajo de su resultado en las PASO de 2011, que fue del 50%, esto evidencia el desgaste del oficialismo por la no solución de los problemas estructurales y más urgentes del pueblo trabajador.
Cambiemos sacó 3 de cada 10 votos en el total nacional y Macri 1 de cada 4. En su bunker esta vez no hubo globitos… Su resultado final dependerá bastante de lo que suceda con los votantes de la tercera fuerza, el espacio de Massa y De la Sota, que logró el 20%. También de cómo evolucione el voto de sus aliados de la UCR y Carrió.
Stolbizer tuvo un pobre resultado. Esto expresa el escaso margen para las viejas propuestas de centroizquierda.

De estos datos se pueden extraer las siguientes conclusiones:

a) Pese a no haber un descalabro económico, el desgaste del oficialismo es evidente. Perdió votos, perdería la mayoría en diputados y hasta ahora no tiene asegurado ningún triunfo. A la vez se confirma el fin de ciclo. Si bien el FPV ganó en 20 de los 24 distritos, con Scioli tuvo una caída de su base electoral del 12% comparada con las PASO de 2011, tras las cuales Cristina Kirchner fue reelecta. Y en su Provincia, donde muchos de los barones fueron castigados (ver recuadro), Scioli logró 39.5% cuando en 2011 había sacado el 50.3% como candidato a gobernador. Aunque hayan sido elecciones a cargos distintos, la caída es notoria.
b) Scioli encarna un proyecto despojado del halo «progre» y en un intento por avanzar hacia un capitalismo «serio», más parecido al perfil de sus dos principales contrincantes. Por eso una franja grande lo votó «con la nariz tapada» y muchos hubieran votado distinto de haber existido una alternativa unitaria y amplia desde la izquierda. En el caso de ganar y aplicar el ajuste, la pérdida de base política seguirá avanzando y será materia prima para la tarea de construir la alternativa que se necesita.
c) Si bien no lograron la polarización entre dos fuerzas al estilo del viejo bipartidismo, Scioli, Macri y Massa se llevaron el grueso de los votos. Los millones invertidos por las corporaciones y de las arcas del Estado en publicidad lograron que prime el voto conservador. Ello no asegura estabilidad y gober-nabilidad a futuro, con el escenario de tener que aplicar medidas antiobreras y antipopulares que vienen siendo postergadas.
d) La centroizquierda sigue en baja. La ex radical Margarita Stolbizer, del frente Progresistas, tuvo una muy pobre elección: 3.5%. El reparto entre tres le restó espacio, pero su propia crisis es evidente. Sin apoyo desde el PS de Santa Fe, con un frente que se fue deshilachando y un discurso reformista, Stolbizer se quedó sin márgenes. Las medias tintas también son cosa del pasado.

La izquierda perdió votos

En otra nota analizamos los resultados de la izquierda (ver). No obstante hay que integrar algunos ejes en este análisis. La izquierda en general redujo su votación. El FIT, que aparecía mejor posicionado por su acumulación electoral previa, redujo su caudal. Incluso tuvo caídas muy fuertes en distritos donde había logrado muy altas votaciones, como Salta. La derrota de la lista del PO a manos de Del Caño también expresa que el FIT ya no aparece con la misma dinámica.
La caída de votos no se explica sólo por el acaparamiento de votos de los de arriba. Sin duda la fragmentación de la izquierda es la otra razón clave del retroceso. Nosotros propusimos unir a toda la izquierda política y social e ir todos juntos a las PASO para así ordenar las candidaturas. Pero nuestra propuesta fue rechazada por el FIT y por Unidad Popular (que junto al PTP formó el Frente Popular y obtuvo un magro resultado). Por eso no surgió una alternativa que terciara y disputara con fuerza. La izquierda dividida no es atractiva como opción real de cambio. Por eso volvemos a insistir en la necesidad de superar la división.

Nuestros resultados

Pese a haber desplegado una intensa campaña militante, no logramos superar la barrera proscriptiva de las PASO. Nos extendimos en el país, crecimos en las 22 provincias donde presentamos listas e instalamos y difundimos nuestro proyecto y propuestas de la mano de Bodart y Ripoll. Pero no pudimos escapar a la tónica general de esta elección. A esto se suma el hecho de que, por la negativa del FIT y UP, fuimos a las PASO solos como lista partidaria del MST-Nueva Izquierda.
De todos modos valoramos los 100.000 votos obtenidos, agradecemos a quienes nos brindaron su respaldo en todo el país, a las compañeras y compañeros que fueron candidatos y a quienes colaboraron en la campaña y la fiscalización. Todo ello nos refuerza para seguir fortaleciendo nuestro proyecto político y trabajando por la confluencia de toda la izquierda.

Perspectivas y próximos pasos

Ahora tenemos planteadas algunas batallas donde seguiremos en campaña, allí donde logramos superar las PASO o donde habrá nuevas elecciones. Es decir, en las provinciales de Tucumán, Entre Ríos y Jujuy, y en las municipales de Córdoba y Neuquén, entre otras.
El gobierno que gane, aunque hoy lo disimule para no perder votos en octubre, será gerente del modelo capitalista extractivista y de concentración económica. Tiene pendiente la devaluación que ya aplicaron otros países por la crisis internacional para «recuperar competitividad y atraer inversiones». Habrá más endeudamiento externo, más ajuste y posiblemente más dureza contra las luchas que crecerán. O sea, Scioli o Macri aplicarán la receta que ahora ocultan en campaña, la que dictan los verdaderos dueños del poder.
Apoyar las luchas obreras y populares, intervenir para que ganen, impulsar una nueva dirección contra la burocracia sindical y seguir construyendo el proyecto político que consideramos superador serán las tareas del próximo período.

Guillermo Pacagnini

 

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Pacagnini vs Scioli: “La UPA de Mar del Plata cerrada. En 13 días pasó de mamarracho sanitario a estafa política”

Guillermo Pacagnini Pcia Bs AsGuillermo Pacagnini, Dirigente de la CICOP/CTA y candidato a 1er. Diputado Nacional bonaerense por el MST Nueva Izquierda denunció: “Como lo advertimos, las UPA son un verso electoral. La de Mar del Plata representa el colmo de las mentiras de Scioli. Primero se inauguró en el mismo predio que el Hospital Interzonal de alta complejidad, un verdadero mamarracho sanitario. Y a los 13 días se cerró por falta de médicos, toda una estafa política”.
Pacagnini finalizó proponiendo: “La necesidad de atención de los bonaerenses no puede esperar. Scioli miente, pero Macri y Massa directamente ni hablan de salud. Ninguno de ellos ni sus candidatos a gobernadores tienen propuestas concretas para revertir la crisis sanitaria de la provincia. Hace falta un shock de oferta de servicios en salud plasmado en obras, insumos y personal, aumentando drásticamente el presupuesto del 6% actual a no menos del 15% en una primera medida de emergencia. Se puede financiar con un impuesto extraordinario a las grandes fortunas de la provincia”.

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Scioli, el Ministro de salud Collia y el Intendente Pulti inaugurando la UPA de Mar del Plata

PASO y provinciales anticipadas. LO QUE DEJA LA PRIMERA RONDA DE ELECCIONES

Finalizada la primera parte del año electoral surgen algunas tendencias generales que muy probablemente estén presentes en las elecciones provinciales que vienen, y en la batalla presidencial. Conclusiones importantes para enfrentar la perspectiva en las mejores condiciones.

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Guillermo Pacagnini

Ya se votó en Salta, Mendoza, Santa Fe, Neuquén y Capital.
Es necesario extraer conclusiones que ayuden a enfrentar lo que viene. Aunque no recompusieron la normalidad del país ni la antigua alternancia bipartidista, desde el establishment han logrado instalar escenarios de polarización electoral. Entre las alternativas conservadoras como el macrismo, los radicales y el gobierno que retuvo parte de su caudal, han capturado la mayoría de los votos y por ello el espacio para las distintas listas izquierda se ha visto más reducido. Ello coloca más que nunca el debate sobre la alternativa que hace falta.

Las opciones del régimen lograron concentrar la mayoría de los votos

Veamos los hechos:
En Salta se polarizó entre Urtubey y Romero.
En Santa Fe, Del Sel con Lifschitz (PS-UCR) y Perotti (FPV).
En Mendoza Cornejo (UCR) y Bermejo (FPV).
En Neuquén entre Gutiérrez (MPN), Rioseco (FPV) y Quiroga (PRO+UCR).
En Capital entre Larreta y Michetti del PRO, Lousteau (Eco) y Recalde (FPV).
En cada elección, estos candidatos que expresan variantes conservadoras se llevaron alrededor del 80 al 85% de los votos.
Manipulando encuestas, bombardeando desde los medios masivos de comunicación y, por supuesto, haciendo campañas multimi-llonarias, el régimen en su conjunto logró construir estos escenarios de polarización electoral entre sus candidatos.
A nivel nacional el que más viene capitalizando el voto anti-k es el acuerdo PRO-UCR y desde el establishment vienen insistiendo en ampliarlo a nuevos sectores para polarizar en la presidencial con el Frente para la Victoria. El gobierno, pese a transitar por el fin de su ciclo, sigue dando pelea y logra retener un sector. Una contención relativa y transitoria de ciertas variables económicas que evitan un desmadre de la situación, el rol sostenedor de la gobernabilidad por la burocracia sindical que se niega a impulsar, apoyar y coordinar las luchas o dar continuidad al paro nacional y, sobre todo, el perfil conservador y de derecha de los que se postulan para suceder al gobierno K como Macri y sus socios o Massa, le permiten retener una parte del voto «progre» y ganar cierto aire. Pese a la bronca de la gente y a que el candidato que se perfila para la presidencial sea Scioli, quien se parece más a los candidatos tradicionales y se lleva bien con las corporaciones.
Aunque no hay ningún reverdecer del bipartidismo tal cual lo conocimos entes del argentinazo de 2001, a nivel de las disputas político-electorales que atravesamos se trata de una tendencia que se empieza a verificar. Sobre esa tendencia tratarán de fortalecer un escenario de polarización de cara a las presidenciales, entre el polo conformado alrededor de Macri y el que se perfila con Scioli.
Este contexto de tendencia a la polarización tampoco se presenta propicio para variantes de la centroizquierda más tradicional como se verifica en Santa Fe y con la debilidad de la postulación de Stolbizer.

La izquierda frente a un escenario electoral complejo

En las provincias que han tenido elecciones, las votaciones de la izquierda han bajado. Y hay que estar preparados para que esto pueda repetirse en las que vienen. Si bien el FIT sigue apareciendo como la opción más votada en cuatro de los cinco distritos, en todos los casos pierde entre el 40% y el 60% de los votos obtenidos hace dos años o incluso hace dos meses como en Mendoza.
Como lo dijimos hay una causa objetiva que se explica por la tendencia a la polarización inducida desde el régimen. Pero no puede explicarse el retroceso en votos solamente por esta razón objetiva ni solamente por ser una elección de carácter ejecutivo.
Sin lugar a dudas la fragmentación de las fuerzas de izquierda es la otra razón determinante del retroceso. Nosotros planteamos la necesidad de hacer una gran coalición de todas las fuerzas de la izquierda política y social, propusimos mecanismos democráticos para ordenar las candidaturas y lo hicimos en cada uno de los procesos electorales que se dieron en cada provincia como también de cara a las presidenciales. Sin embargo nuestro planteo fue rechazado sistemáticamente por el FIT quien por su ubicación lograda en elecciones anteriores tenía mayor responsabilidad y por la Unidad Popular y sectores afines. Ello evitó que se conformara una alternativa que terciara y disputara con fuerza.
La responsabilidad del FIT es clara por su acumulación electoral previa que lo empezó a colocar como una referencia. La negativa a confluir en herramientas más amplias para albergar a quienes buscan algo nuevo hartos de los partidos tradicionales, no permite fortalecer un proyecto que dispute en serio. Prefieren mantenerse en el terreno testimonial. Ocurre lo mismo por la no utilización de los puestos electivos logrados; desperdiciando la posibilidad de responder con proyectos e iniciativas a las necesidades reales de los trabajadores y sectores populares.
Terminan siendo funcionales a la política desplegada desde el poder permitiéndoles recuperar terreno a las alternativas conservadoras.
Lamentablemente no vemos a los compañeros del FIT reflexionando sobre esta realidad, lo que puede llevarnos al costo de perder una posibilidad inédita para la izquierda y los sectores populares, más allá de que se logre ubicar algún que otro cargo más o menos.
Estos resultados deberían también plantear un proceso de reflexión también en los compañeros de la Unidad Popular de De Gennaro y Lozano. Ya que su cerrazón para trabajar políticamente en común con sectores de izquierda como le hemos planteado; con nuestros llamados a confluir en una gran coalición con el resto de la izquierda política y social, han debilitado mucho a esta corriente, con magros resultados en las elecciones transcurridas.
Como reflejamos en el análisis de cada una de las batallas electorales en otras páginas, nuestros resultados no han escapado a esta reducción del espacio de la izquierda. Lamentablemente no logramos la conformación de una coalición amplia de izquierda para esta contienda. Una izquierda dividida no resulta atractiva para enfrentar a los de arriba. Por lo que estamos más convencidos que nunca en que es necesaria esa confluencia para disputar por el cambio de fondo que se necesita.
En ese marco, la acumulación de fuerzas lograda en cada lugar, estará al servicio de seguir difundiendo y debatiendo, a caballo de las elecciones presidenciales, nuestra propuesta con la fórmula BodartRipoll para reforzar la idea de un nuevo proyecto de izquierda.

Las perspectivas y próximas tareas

En las próximas instancias provinciales y, como explicamos en la nota que acompaña esta columna, en la presidencia, muy probablemente tengamos que batallar en un escenario electoral nacional de polarización entre Scioli-Macri. Dos propuestas muy parecidas, que teatralizarán como distintas para capturar la mayoría de votos.
Pasado el raid electoral, el gobierno que pudiera emerger de esa dualidad sería claramente la continuidad «gerencial» del verdadero poder fáctico de las corporaciones. Es decir: del poder económico del 1% que gobierna sin presentarse a elecciones.
Los equipos económicos de uno y otro anticipan claramente el programa que se proponen aplicar, todo camuflado con los eufemismos del caso: devaluación del peso, para «recuperar competitividad»; más endeudamiento externo o «volver a los mercados de crédito»; recorte presupuestario en áreas sociales, que se presenta como «reasigna-ción del gasto social» y criminalizar la protesta frente a las luchas que vendrán.
Por supuesto todos coinciden en profundizar la matriz extractivista y primaria de la economía nacional: la mega-minería, sojadependencia, fracking y cementación urbana. Este combo de medidas, es el recetario que comparte la globalidad de los candidatos de las fuerzas tradicionales, porque es la plataforma de los verdaderos dueños del poder en la Argentina.
Por eso es necesario seguir dando la pelea en las próximas elecciones provinciales en Córdoba, Tucumán y en las presidenciales para continuar sembrando la propuesta de una nueva izquierda que se postule para superar toda postura testimonial.
Porque difícilmente ninguna variante de los arriba que surja vaya a tener la fuerza y muchos menos el consenso para allanar el camino a un país «serio y normal», a la medida de lo que exigen las corporaciones que quieren hacernos pagar los costos de la crisis.
Más allá del desenlace electoral de este ciclo, los trabajadores y el pueblo responderán con más luchas y la necesidad de seguir peleando por una nueva dirección política y sindical va a estar a la orden del día. En ese contexto, cada voto y aporte a este proyecto de Nueva Izquierda, expresado en la fórmula del MST que postula a Alejandro Bodart a presidente y a Vilma Ripoll para vice, junto a los referentes de cada provincia o distrito, puede y debe contribuir hacia el cambio que postulamos.

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Reconocimiento de la CTA “Un importante paso adelante en la lucha por la libertad sindical”

 

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Comunicado de Prensa

Reconocimiento de la CTA

“Un importante paso adelante en la lucha por la libertad sindical”

La Corriente Sindical del MST valora como un paso muy positivo el acuerdo respaldado por la conducción nacional de la CTA reunida ayer y firmado en el día de la fecha por Pablo Micheli, encaminando el reconocimiento legal de la central con la obtención de la inscripción gremial.

Guillermo Pacagnini, coordinador de dicha corriente e integrante del secretariado nacional de la CTA, consideró el hecho como “Una victoria de todos los sectores que pusimos en pie esta nueva etapa de la CTA, superando los intentos oficialistas de cooptación, disputando en unidad de acción para convocar a los paros generales más importantes de la década y levantando un programa de defensa de los derechos de los trabajadores.Y una derrota del gobierno, las patronales y la burocracia sindical, en particular la de Yasky que ha pagado el precio de haber entregado la autonomía y haberse transformado en furgón de cola del gobierno como pata sindical funcional a las políticas de ajuste”.

El dirigente finalizó diciendo que “este logro tiene que estar al servicio de desarrollar una CTA autónoma y democrática para articular y apoyar todos los conflictos y a los nuevos delegados y dirigentes combativos. Nuestra corriente sindical que interviene en la vida de la CTA en todo el país por un nuevo modelo sindical donde la base decida, saluda a todos los compañeros por este reconocimiento qure es una victoria colectiva”.

Secretaría de prensa

2/10/2014