Conferencia de prensa: “El 20 marchamos a Plaza de Mayo en rechazo al ajuste y la tregua”

Mañana viernes 16, a las 8 hs en la sede de ADEMyS, se realizará una conferencia de prensa para anunciar la movilización unitaria del sindicalismo clasista y la izquierda. Guillermo Pacagnini, Coordinador de la Corriente Sindical del MST y Secretario General de la CICOP, que será parte de la conferencia, dijo: “Convocamos a movilizar masivamente en rechazo el ajuste de Macri, las patronales y los gobernadores. Estaremos en la calle los sectores que no entramos en la vergonzosa tregua firmada por la burocracia cegetista y algunos movimientos sociales con el gobierno, patrocinada por la Iglesia y aplaudida por la oposición del PJ y Massa”.

Pacagnini agregó: “También marcharemos en el 15° aniversario del Argentinazo de diciembre de 2001, reivindicando esa gesta que fue una bisagra en nuestra historia reciente. Que cuestionó a la vieja política y colocó demandas de cambios de fondo que hoy se reactivan, como la necesidad de poner en pie una nueva dirección clasista y democrática en el movimiento obrero y una nueva alternativa de izquierda”.

CONFERENCIA  DE PRENSA, VIERNES 16 A LAS 8 HORAS, EN LA SEDE DE ADEMYS (SOLIS 823. CABA)

Contacto: Guillermo Pacagnini 1168150137 // 1156096802

Declaración del MST-Nueva Izquierda: Ante la detención de Milagro Sala y la amenaza de represión al acampe de Plaza Belgrano en Jujuy

En el día de ayer la policía de Jujuy, por orden del gobernador Gerardo Morales, detuvo a Milagro Sala, dirigente de la agrupación Tupac Amaru. Esta detención es un paso más en la escalada que el nuevo gobierno macrista lleva adelante contra los sectores populares y contra los trabajadores, en Jujuy y en todo el país. Desde hace más de 30 días, varias organizaciones sociales de Jujuy, entre ellas nuestro Movimiento Sin Trabajo “Teresa Vive”, llevan adelante un acampe en la Plaza Belgrano contra el recorte en la ayuda social y el ajuste que impulsa el gobierno de Morales. Este ajuste no afecta solo a las organizaciones sociales, sino también a los trabajadores estatales que están sufriendo despidos y persecuciones, y se han sumado al acampe a través de ATE Jujuy, que ha llamado a un paro general de 24 horas para el lunes 18.

El gobernador intenta mostrar esta detención y este ajuste como un ataque a Milagro Sala y a su organización, y dice que combate el “clientelismo” y que va a garantizar individualmente la ayuda social. Pero esto es mentira. Es necesario mostrar a todo el país que los destinatarios del ataque de Morales son los trabajadores y los sectores populares de Jujuy, a los que se pretende dejar sin ningún tipo de ayuda social. Del acampe no participa solo la Tupac Amaru, sino que decenas de movimientos y organizaciones sociales lo hacemos y las decisiones del acampe se toman en asambleas del mismo. Pasaron más de 30 días y durante todo este tiempo el gobierno se negó al diálogo. Su única respuesta a los reclamos sociales ha sido la amenaza de represión, y ahora la detención de Sala y la persecución y amenazas de detención sobre otros dirigentes del acampe, entre los que se encuentra el compañero Leo Rivero, dirigente de nuestro partido en la provincia.
La política de ajuste y represión del gobernador Morales es parte integral del ataque del gobierno de Mauricio Macri contra los trabajadores públicos en todo el país, con despidos que ya suman más de 18.000 según los gremios estatale, el salto colosal en la inflación y la devaluación con suba de precios. Y la brutal represión a los obreros de Cresta Roja en la Autopista Richieri y la que dejó decenas de trabajadores municipales heridos el 8 de enero en La Plata.
Nuestro partido ha estado en la primera fila de la lucha contra el ajuste y la represión cuando fue el gobierno kirchnerista el que la realizó, y hemos mantenido y mantenemos diferencias importantes con Milagro Sala y su organización. Pero esto no nos impide señalar que la detención de Sala y la amenaza de desalojo violento del acampe de las organizaciones sociales es parte de un plan político nacional, y que se expresa también en Jujuy, de intentar atacar la grave crisis que vive el país ajustando a los trabajadores y al pueblo y gobernando a favor de las corporaciones y los grandes capitalistas.
Por eso exigimos la inmediata libertad de Milagros Sala y el cese de persecución a los dirigentes del acampe, la apertura inmediata de una instancia de diálogo con las organizaciones sociales jujeñas para considerar sus reclamos. Y rechazamos la política de amenazas de desalojo y represión del acampe de Plaza Belgrano, haciendo responsable al gobernador Morales y al gobierno nacional de Macri por la vida y la integridad física de todas las compañeras, compañeros y sus familias que participan del mismo.
Desde el MST-Nueva Izquierda hacemos un llamado a la más amplia unidad de acción para enfrentar el ajuste y el avance en la criminalización de la protesta social. Rodear de solidaridad el acampe de Plaza Belgrano en Jujuy, exigir a las centrales de trabajadores que convoquen a acciones unitarias por la libertad inmediata de Milagro Sala, por el cese de las persecuciones a los dirigentes del acampe y para frenar las medidas de ajuste y represión de Morales en Jujuy y de Macri en todo el país.
17/1/15
Alejandro Bodart y Vilma Ripoll,
por el MST-Nueva Izquierda

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Jujuy. Leo Rivero, dirigente del MST, en la conferencia de prensa en el acampe de Plaza Belgrano.

Con Macri en la presidencia: El país que se viene

Este es el principal interrogante en la Argentina de hoy. Más allá de los ritmos y discursos no serán buenas noticias para los trabajadores y el pueblo.

Guillermo Pacagnini

Macri se benefició del fracaso del modelo K, pero también logró aparecer como algo diferente a las variantes del viejo bipartidismo peronista y radical. Esa fue una clave de su ajustado triunfo. Pero detrás de la sonrisa moderna y los globitos, asoma claramente un empresario del palo de los de arriba. Su gobierno tiene un perfil conservador, es genuino representante de las corporaciones y cuenta con beneplácito desde el imperio.
Pero el que surge es un gobierno débil por varios motivos. Asumirá sin haber sacado una ventaja decisiva en las urnas. Aunque gobierne en las provincias grandes y con mayor PBI, no controla la mayoría de las gobernaciones, está en minoría en el parlamento y cuenta con un aparato prestado, sin un bloque unificado ni haber conformado una real «coalición» de gobierno. Necesita construir solidez para el trabajo sucio que tiene por delante.

Gobernabilidad: asignatura pendiente

Cuando asumió Menem, también de derecha, contó con un cerrado apoyo de la burocracia sindical unida, gobernadores e intendentes, que le brindaron la base de sustento para ajustar, privatizar, flexibilizar y dar un duro golpe a los trabajadores y el pueblo. Por ahora Macri no cuenta con todo esto, sino que aún lo tiene que construir.
La CGT de Moyano se anotó en primera fila. Viene trabajando por la unidad al servicio del pacto social, pero a cambio de ello pretende injerencia en el gabinete, la plata de las obras sociales y otros beneficios. Pero, ¿qué van a hacer los gordos de la CGT y demás sectores? La unidad del sindicalismo burocrático todavía está por verse.
Cambiemos es una coalición heterogénea. Sanz ya dio un portazo y Carrió es impredecible. Macri sabe de estas limitaciones, por eso una de sus principales propuestas es llamar a un pacto de gobernabilidad. Quiere sentar en una mesa a empresarios, partidos del régimen comenzando por el PJ, burócratas sindicales, curas y todo aquel que esté dispuesto a permitirle gobernar sin sobresaltos aplicando sus planes de gobierno.
Hoy Macri no cuenta con la fuerza política suficiente para derrotar en las calles a los trabajadores, a los estudiantes, a los docentes, a los desocupados y a todo el pueblo que defiende sus intereses y quiere mejorar su calidad de vida. Los que votaron al ingeniero lo hicieron con esa esperanza, no pidiendo ajuste y devaluación.
Pero detrás del maquillaje coyuntural, el que asume es un presidente conservador que viene a aplicar el único programa posible que le garantice las ganancias a los de arriba en medio de la crisis capitalista.

El objetivo central: un país capitalista «normal»

Macri no contará con el viento de cola que tuvieron los K y rifaron durante la «década desperdiciada». Los grandes ingresos provenientes del comercio internacional y las reservas del Banco Central son un recuerdo del pasado. Hoy la economía capitalista mundial está en crisis y los principales socios comerciales de la Argentina, que son China y Brasil, tienen serios problemas.
Cuando esto sucede los gobiernos repiten su receta: intentan que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo. Hablan en voz baja, de devaluación, ajuste, aumento de tarifas y otras medidas antipopulares. Macri las aplicará, como lo hubiera hecho Scioli, porque la clase a la que ellos representan necesita «normalizar» poniendo en caja a los trabajadores para volver al mecanismo de endeudamiento y dependencia. Se preanuncia como un Volver al Futuro de las relaciones con el imperio.

Los ritmos del ajuste

En esa estrategia, se instaló una duda: ¿será un ajuste gradual o de shock? El ritmo va a depender de la relación de fuerzas. De lo que los trabajadores le dejemos hacer. No habrá cheque en blanco, como sucedía en las épocas en las que el régimen político gozaba de buena salud.
La respuesta a estos interrogantes no se encontrará en la Casa Rosada, sino en las luchas. Nosotros impulsaremos la movilización de los trabajadores y el pueblo contra el ajuste del gobierno y la entrega a las corporaciones. Después del 2001 los K y el andamiaje de la vieja política se tuvieron que cuidar muchísimo para no volver a despertar la bronca latente del Argentinazo. Macri tampoco puede escapar a este condicionante estructural.

Tareas planteadas

En lo inmediato se vendrá la transición, la conformación del gabinete, los anuncios de medidas y el traspaso de la banda presidencial.
Nada estará exento de pases de factura, realineamientos políticos y sindicales. Incluso hay cierta expectativa sobre los números reales de la economía y quienes ya piden un poco de paciencia.
Sea como sea, los luchadores tenemos desafíos y tareas que no pueden esperar las definiciones del poder. Nos tenemos que preparar para enfrentar el ajuste que se viene, planteando desde hoy mismo que será necesaria la más amplia unidad de acción en la lucha.
Sin diferenciar entre los que votaron equivocadamente a Macri o a Scioli, ni a los que votaron en blanco, siempre y cuando estén dispuestos a movilizarse en forma independiente. Los trabajadores, los sectores populares, los desocupados, las mujeres y la juventud tendremos que poner a prueba nuestra capacidad para enfrentar juntos lo que se viene. Forjando en ese camino una nueva dirección sindical, democrática y combativa.
Hay otra pelea fundamental: la de construir una herramienta política amplia, que exprese a los distintos sectores de la izquierda política y social alrededor de un programa anticapitalista. Con todos aquellos que se planteen avanzar hacia los cambios de fondo que se necesitan.

centralGP

Ante el balotaje del 22 de noviembre. Ni Scioli ni Macri. Voto en blanco.

naipeUna ola de polarización. El pasado 25 de octubre la gran mayoría de la población optó entre Scioli, Macri y Massa. Y ahora, en la previa del balotaje, se ve venir un tsunami que presiona a decidir entre Scioli o Macri. Como si no existiera otra opción para los que no comparten la política de ninguno de los dos.
Los unos y los otros. Hay quienes quieren aliarse con quien sea y votar a Macri para “terminar con la soberbia y el mal gobierno de Cristina de una vez por todas”, incluso teniendo desconfianza en el PRO. En las antípodas están los que llaman a votar a Scioli (a quien hasta hace poco tiempo defenestraban) y dejan de lado diferencias con el objetivo supremo de “defender el proyecto nacional y popular y no volver a los ‘90”. No compartimos ninguna de estas visiones.

Ventanilla equivocada. Minoritariamente, hay quienes cargan las tintas sobre la izquierda diciendo “llamen a votar a Scioli, si no van a ser cómplices de que Macri sea presidente”. Algunos lo hacen desde el justo odio político que le tienen al macrismo y que compartimos. Otros, a partir de las campañas mentirosas montadas por los aparatos y punteros del FPV. Lo cierto es que desde la izquierda siempre apoyamos la organización y la lucha contra el macrismo. También contra el gobierno nacional y sus socios provinciales.

Distintas opiniones en la mesa. Aún sin compartir la posición de quiénes optan por Scioli o Macri, somos respetuosos de las distintas posiciones en danza, sobre todo las que surgen de compañeros que son honestos luchadores. Parte de ese respeto es decir la verdad sobre lo que opinamos. Y en el escenario de polarización extrema que se avecina, tenemos una posición clara: vamos a votar en blanco. Y daremos nuestra opinión ante algunos interrogantes que se plantean en la calle.
¿Existe el mal menor? Decían que Menem sería mejor que Alfonsín. De la Rúa mejor que Menem. Duhalde mejor que De la Rúa. Los Kirchner mejor que Duhalde y ahora Scioli mejor que Macri. Siempre el mismo verso. Y los de abajo estamos cada vez peor. No te dejes engañar por lo que dicen en los debates, ni por los maquillajes de ocasión. Con los candidatos patronales no hay mal menor. Todos son mal mayor.

¿Son distintos? Los une un vínculo de origen: son y se reconocen orgullosamente hijos políticos de Menem. Ambos gobiernan para las corporaciones, los empresarios y el imperialismo. Privilegian las ganancias de los patrones sobre el salario de los trabajadores. Hicieron reprimir protestas y perseguir luchadores. No priorizan la salud, ni la educación pública. Tampoco la creación de trabajo digno, ni la construcción de viviendas populares. Nunca se preocuparon por parar la contaminación, ni la megaminería. Tampoco por frenar la violencia de género. Lo dijimos antes, lo repetimos ahora: son lo mismo.

¿Honestos o corruptos? El PRO tiene a Niembro y un candidato a presidente con más de 200 causas judiciales. El FPV tiene una familia sospechada en el poder, a Lázaro Báez, Aníbal Fernández y Boudou y a Jaime procesado por corrupto y responsable de vidas que se perdieron. Además de otros tantos mafiosos ubicados en el gobierno nacional, en los provinciales y en las cúpulas sindicales. Todos quieren pagar la fraudulenta e ilegítima deuda externa. Aceptan coimas de los empresarios. Lucran con las necesidades de los más humildes. La corrupción está enquistada en unos y en otros.

¿Nacional y popular o neoliberal? Los dos son enemigos de las luchas y los reclamos. Sólo se pelean por definir quién sostiene el modelo capitalista de hambre, entrega y saqueo en las mejores condiciones posibles. Aunque embellezcan sus discursos, tanto Scioli como Macri tienen en carpeta el ajuste y la devaluación. Gane quien gane será “Volver al futuro menemista”. Intentarán que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo. Un signo distintivo de los gobiernos antipopulares.

¿Hacerle el juego a la derecha? Quieren imponer que votar en blanco es hacerle el juego a la derecha. Es una gran mentira. Lo cierto es que sí Macri y Vidal avanzan no es por responsabilidad de la izquierda que siempre los combatió. Es por los desastres de los K en el poder. Y porque en vez de enfrentarlos siempre pactaron con ellos dándoles mano libre para gobernar en la CABA. Esta es la responsabilidad que los dirigentes K quieren esconder a toda costa.

El tercero en discordia. Animate a romper el círculo vicioso que se inicia al “votar con la nariz tapada” “tragarse el sapo” o “votar por lealtad” y se cierra cuando te traicionan. En esta elección no hay dos opciones, sino tres. Votar en blanco no es “lavarse las manos” ni “hacerle el juego a la derecha”. Por el contrario, es reafirmar el compromiso de oposición consecuente que asumimos cada día en las fábricas, los colegios, los hospitales y los barrios humildes. Desde el MST – Nueva Izquierda no vamos a avalar con el voto a los que desde el gobierno, seguirán siendo verdugos de los trabajadores y el pueblo. Más adelante la realidad dirá quién tuvo razón.
Sea como sea, seguiremos impulsando la lucha unitaria de los de abajo y la construcción de una alternativa política amplia y de izquierda, para disputar con fuerza contra los que nos quieren hundir.