Después de la masiva Marcha Federal: Vamos por un paro general y plan de lucha

La Marcha Federal fue una de las mayores demostraciones callejeras de rechazo al ajuste de Macri. Un golpe para el gobierno y un envión para los trabajadores y el pueblo. Ahora se impone preparar desde abajo y reclamar un paro nacional y plan de lucha.

Acto en la carpa congreso

Escribe Guillermo Pacagnini

Mientras Macri y su coro de bufones intentaron minimizarla, hasta la prensa más adicta al gobierno tuvo que reconocer que la marcha Federal fue masiva. La movida, que comenzó en el interior con cinco columnas y confluyó sobre la Plaza de Mayo fue, después de la marcha de las centrales del 28 de abril, la mayor movilización. Convocada por un arco multisectorial con eje en la CTA de los Trabajadores, pero que incluyó CTA autónoma, la Corriente Federal -disidente de la CGT- encabezada por la Asociación Bancaria, gran parte de la izquierda incluido nuestro partido, un amplio arco de movimientos sociales y sectores políticos diversos incluyendo los espacios kirchneristas. Hasta un sector de la propia CGT reunificada que no pudo eludir el evento y dio el presente con una delegación de camioneros y el Sindicato de Canillitas, entre otros. Fue fuerte el componente docente, que ese día protagonizó un paro en las principales regiones del país, los judiciales de la AJB y la Federación (CTA), CICOP que paró los hospitales bonaerenses y otros gremios. En un clima muy combativo cerraron el acto Pablo Micheli y Hugo Yasky. Desde la Plaza un solo grito se transformó en un eco demandante: «Paro general». Sin lugar a dudas la tarea que se coloca como necesaria para subir la apuesta y poder avanzar en derrotar el ajuste macrista.

Ausentes con aviso

Pese a las importantes diferencias con gran parte de los convocantes, nuestra corriente sindical con sus agrupaciones y el MST/Nueva Izquierda de conjunto participó de la convocatoria en unidad de acción con el arco multisectorial. Con un programa limitado pero correcto («Para terminar con el tarifazo, los despidos y el ajuste»), nuestro partido movilizó incorporando puntos como la actualización salarial automática según inflación real, la reestatización de los servicios públicos con control social, el no pago de la deuda y el reclamo de un paro nacional y plan de lucha, entre otros reclamos de emergencia y de fondo. La masividad, el programa y el carácter obrero y popular de la convocatoria echaron por tierra los argumentos esgrimidos por quienes muy equivocadamente boicotearon la movilización como la dirección de ATE y otros sectores enrolados en la CTA autónoma, la CCC y el PTS, alejados de las necesidades de los trabajadores fortalecidos por esta movilización. La CGT acusó recibo del golpe y, pese a sus intenciones declaradas de apuntalar a Macri, por la presión de las bases algunos de sus dirigentes empiezan a balbucear hacer alguna medida.

Macri en su peor momento

El ajuste a tres bandas con despidos, inflación. topes salariales y tarifazos ha generado un salto en el deterioro del nivel de vida de los trabajadores y sectores populares y, a la vez, también una temprana respuesta de lucha y bronca desde abajo. Ello ha desgastado prematuramente al gobierno de Macri que, pese a tener el apoyo del establishment, los EEUU y los centros de poder internacionales, está condicionado por la crisis capitalista internacional a seguir adelante con el ajuste, sin plan B posible. El revés judicial con el tarifazo y ahora el mazazo de la Marcha Federal, marcaron un round perdido para el gerente del ajuste el cual está tratando de retomar la iniciativa. Para ello ha llamado a un pacto de gobernabilidad con la «oposición responsable» y pretende contar con los servicios de la CGT reunificada para poner en pie un pacto social. Todo ello necesario por la necesidad de seguir ajustando. Candado a la reapertura de paritarias, anuncios de nuevos despidos en el estado y vuelta a la carga con el tarifazo, son otro grito de guerra a los trabajadores. Frente a ello, no hay que dar tregua. Hay que subir la apuesta.

El paro es una necesidad urgente

Los conflictos crecen, pero siguen dispersos. Los aumentos logrados naufragan ante el crecimiento de la inflación. Las reincorporaciones logradas en algunos sectores que lucharon, no alcanzan a compensar la destrucción de puestos de trabajo y las suspensiones que aumentan por la recesión. Se necesita unir las luchas. Seguir el camino de los cacerolazos contra el tarifazo y la Marcha Federal, dándole continuidad, ampliando la unidad de acción y subiendo la apuesta con un paro nacional y plan de lucha. Los sectores combativos y la izquierda, tenemos un rol de primer orden ayudando a construir el paro desde abajo, preparando y reclamando, según el caso, reuniones de activistas, asambleas y plenarios. Las CTA tienen que estar unidas y a la cabeza de este reclamo y golpear todos juntos sobre las demás centrales. Sin ninguna confianza en los dirigentes que miran para otro lado, hay que seguir agregando combustible a la caldera del reclamo. Para pararle la mano a Macri y derrotar el ajuste.

Guillermo Pacagnini

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Después de la Jornada del 29 – Unidad contra Macri y su ajuste

En vísperas de otra oleada de despidos, nuevos tarifazos y puja salarial se multiplican los conflictos. Se necesita ampliar la unidad hacia un plan de lucha nacional.

Paca red

Escribe GUILLERMO PACAGNINI

El ministro Prat Gay, provocador serial de los trabajadores, volvió a abrir la boca: «Recién estamos acomodando la basura». Una unívoca señal de que el ajuste recién empieza. Esa es la verdadera lectura del «gradualismo». El 31 de marzo vencen miles de contratos que pueden transformarse en telegramas de despido. Ya van más de 100.000 cesantías en el Estado y en el sector privado. Casi sin respiro, cuando se empieza a sentir el tarifazo de la luz, se anuncian nuevas subas en el gas y el transporte. Y tanto Macri como las patronales siguen pulseando por encorsetar las paritarias con aumentos a la baja. Ello aumenta la bronca y la disposición a la lucha con diversidad de conflictos. Diez provincias con paros en la salud, ocho con los docentes en lucha, Tierra del Fuego incendiada (valga la redundancia) y otros provincialazos que se incuban, paritarias trabadas y paros de 48 horas de los estatales bonaerenses, acampe de los bancarios y se viene un paro de la CTERA. Sobran ingredientes para un paro nacional. Pero las peleas siguen dispersas por lugar y gremio. De esa forma podremos lograr triunfos parciales, pero no vamos a derrotar el ajuste. Para ello necesitamos desarrollar la mayor unidad de acción.
Urge convocar a  un paro nacional
La clave del parazo y la masiva marcha estatal del 24 fue la unidad lograda entre diversos sectores de estatales y entre los que pertenecen a ambas CTA. Pero se necesita un mayor arco, con el sector privado y los movimientos sociales. Las CGT hablan de unidad entre ellas, pero para tener una mejor interlocución con Macri y no para la lucha y se ciñen sólo al tema de Ganancias. Necesitamos la pelea por un programa de emergencia más integral. Que plantee un aumento general de salarios, jubilaciones y planes sociales actualizados trimestralmente, anular el impuesto al salario así como también el IVA y proceder al control popular de precios para combatir la inflación, anular los tarifazos, dejar de pagar la deuda  y establecer una reforma tributaria progresiva para que paguen más los que más tienen, entre otras medidas. Necesitamos la mayor unidad en la diversidad, para lograr una gran movilización nacional, sin sectarismos. Unidad con muchos con los que a lo mejor ayer no nos encontramos, pero hoy nos tenemos que juntar para enfrentar este brutal ajuste. Hay que prepararla desde abajo, en asambleas, plenarios abiertos y reuniones de activistas. Y a la vez, sin depositar la menor confianza, reclamarle a los dirigentes cegetistas la necesidad de convocar junto a las CTA y los movimientos sociales a un paro y un plan de lucha nacional para derrotar el ajuste.

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Balance y perspectivas. El país después de las PASO

Los resultados electorales del domingo 9 confirmaron tendencias que veníamos señalando. Los tres principales candidatos del régimen concentraron el 90% de los votos mostrando que, aun sin despertar entusiasmo popular, primó una tendencia general a no salir del marco actual. La votación de la izquierda se redujo no sólo por ese factor objetivo, sino por la fragmentación. Es importante sacar conclusiones para abordar el próximo período, para impulsar las luchas contra el ajuste y seguir bregando por la unidad de toda la izquierda política y social, que es la gran tarea pendiente.

Paca red

Escribe Guillermo Pacagnini

Aunque disminuyó su caudal de votos, Scioli se impuso sin alejar el escenario de balotaje con Macri que salió segundo. Massa, si bien quedó tercero, podría disputar por entrar al balotaje.
Si bien ninguna de estas fuerzas descolló y logró enamorar al pueblo, entre todas terminaron capturando la mayoría de los votos.

Las opciones del régimen concentraron la mayoría de votos

Con 38.4% Scioli triunfó por más de 8 puntos sobre Cambiemos, la segunda fuerza, pero no elude el posible escenario de segunda vuelta en octubre. El FPV queda 12 puntos por debajo de su resultado en las PASO de 2011, que fue del 50%, esto evidencia el desgaste del oficialismo por la no solución de los problemas estructurales y más urgentes del pueblo trabajador.
Cambiemos sacó 3 de cada 10 votos en el total nacional y Macri 1 de cada 4. En su bunker esta vez no hubo globitos… Su resultado final dependerá bastante de lo que suceda con los votantes de la tercera fuerza, el espacio de Massa y De la Sota, que logró el 20%. También de cómo evolucione el voto de sus aliados de la UCR y Carrió.
Stolbizer tuvo un pobre resultado. Esto expresa el escaso margen para las viejas propuestas de centroizquierda.

De estos datos se pueden extraer las siguientes conclusiones:

a) Pese a no haber un descalabro económico, el desgaste del oficialismo es evidente. Perdió votos, perdería la mayoría en diputados y hasta ahora no tiene asegurado ningún triunfo. A la vez se confirma el fin de ciclo. Si bien el FPV ganó en 20 de los 24 distritos, con Scioli tuvo una caída de su base electoral del 12% comparada con las PASO de 2011, tras las cuales Cristina Kirchner fue reelecta. Y en su Provincia, donde muchos de los barones fueron castigados (ver recuadro), Scioli logró 39.5% cuando en 2011 había sacado el 50.3% como candidato a gobernador. Aunque hayan sido elecciones a cargos distintos, la caída es notoria.
b) Scioli encarna un proyecto despojado del halo «progre» y en un intento por avanzar hacia un capitalismo «serio», más parecido al perfil de sus dos principales contrincantes. Por eso una franja grande lo votó «con la nariz tapada» y muchos hubieran votado distinto de haber existido una alternativa unitaria y amplia desde la izquierda. En el caso de ganar y aplicar el ajuste, la pérdida de base política seguirá avanzando y será materia prima para la tarea de construir la alternativa que se necesita.
c) Si bien no lograron la polarización entre dos fuerzas al estilo del viejo bipartidismo, Scioli, Macri y Massa se llevaron el grueso de los votos. Los millones invertidos por las corporaciones y de las arcas del Estado en publicidad lograron que prime el voto conservador. Ello no asegura estabilidad y gober-nabilidad a futuro, con el escenario de tener que aplicar medidas antiobreras y antipopulares que vienen siendo postergadas.
d) La centroizquierda sigue en baja. La ex radical Margarita Stolbizer, del frente Progresistas, tuvo una muy pobre elección: 3.5%. El reparto entre tres le restó espacio, pero su propia crisis es evidente. Sin apoyo desde el PS de Santa Fe, con un frente que se fue deshilachando y un discurso reformista, Stolbizer se quedó sin márgenes. Las medias tintas también son cosa del pasado.

La izquierda perdió votos

En otra nota analizamos los resultados de la izquierda (ver). No obstante hay que integrar algunos ejes en este análisis. La izquierda en general redujo su votación. El FIT, que aparecía mejor posicionado por su acumulación electoral previa, redujo su caudal. Incluso tuvo caídas muy fuertes en distritos donde había logrado muy altas votaciones, como Salta. La derrota de la lista del PO a manos de Del Caño también expresa que el FIT ya no aparece con la misma dinámica.
La caída de votos no se explica sólo por el acaparamiento de votos de los de arriba. Sin duda la fragmentación de la izquierda es la otra razón clave del retroceso. Nosotros propusimos unir a toda la izquierda política y social e ir todos juntos a las PASO para así ordenar las candidaturas. Pero nuestra propuesta fue rechazada por el FIT y por Unidad Popular (que junto al PTP formó el Frente Popular y obtuvo un magro resultado). Por eso no surgió una alternativa que terciara y disputara con fuerza. La izquierda dividida no es atractiva como opción real de cambio. Por eso volvemos a insistir en la necesidad de superar la división.

Nuestros resultados

Pese a haber desplegado una intensa campaña militante, no logramos superar la barrera proscriptiva de las PASO. Nos extendimos en el país, crecimos en las 22 provincias donde presentamos listas e instalamos y difundimos nuestro proyecto y propuestas de la mano de Bodart y Ripoll. Pero no pudimos escapar a la tónica general de esta elección. A esto se suma el hecho de que, por la negativa del FIT y UP, fuimos a las PASO solos como lista partidaria del MST-Nueva Izquierda.
De todos modos valoramos los 100.000 votos obtenidos, agradecemos a quienes nos brindaron su respaldo en todo el país, a las compañeras y compañeros que fueron candidatos y a quienes colaboraron en la campaña y la fiscalización. Todo ello nos refuerza para seguir fortaleciendo nuestro proyecto político y trabajando por la confluencia de toda la izquierda.

Perspectivas y próximos pasos

Ahora tenemos planteadas algunas batallas donde seguiremos en campaña, allí donde logramos superar las PASO o donde habrá nuevas elecciones. Es decir, en las provinciales de Tucumán, Entre Ríos y Jujuy, y en las municipales de Córdoba y Neuquén, entre otras.
El gobierno que gane, aunque hoy lo disimule para no perder votos en octubre, será gerente del modelo capitalista extractivista y de concentración económica. Tiene pendiente la devaluación que ya aplicaron otros países por la crisis internacional para «recuperar competitividad y atraer inversiones». Habrá más endeudamiento externo, más ajuste y posiblemente más dureza contra las luchas que crecerán. O sea, Scioli o Macri aplicarán la receta que ahora ocultan en campaña, la que dictan los verdaderos dueños del poder.
Apoyar las luchas obreras y populares, intervenir para que ganen, impulsar una nueva dirección contra la burocracia sindical y seguir construyendo el proyecto político que consideramos superador serán las tareas del próximo período.

Guillermo Pacagnini

 

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Pacagnini: “Scioli se acordó de la salud en la campaña, después de 8 años de hundir hospitales y centros sanitarios”

El candidato a diputado nacional bonaerense, dirigente de la salud y la CTA Guillermo Pacagnini, criticó las declaraciones de Scioli al inaugurar una UPA en Moreno: “Ahora que es candidato y necesita votos, el gobernador Scioli abandona su cómodo despacho y se asoma a algunos barrios para hacer las típicas inauguraciones de campaña. Le toma el pelo a la gente inaugurando algunas unidades aisladas con que no van a solucionar los problemas sanitarios porque están desarticuladas del sistema provincial, semivacías y con escaso personal en negro”.
Pacagnini demandó: “Scioli estuvo 8 años hundiendo la salud y no lo hizo solo, hay que reconocerlo. Lo ayudaron los legisladores de Massa y Macri, que le votaron todos los presupuestos y mantuvieron la partida de salud más baja del país. Desde el MST-Nueva Izquierda proponemos lo opuesto: una fuerte inversión en salud, una verdadero schock de oferta sanitaria para la gente, con la plata que hoy se malgasta en la deuda externa provincial y en el subsidio al sector privado”.

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Después del paro general: seguirla con 48 hs y un plan de lucha

Hay que seguirla con 48 hs y un plan de lucha

 La medida de fuerza nacional de los días 27 y 28 ocupó el centro de la escena nacional y también abrió importantes debates entre los luchadores que es menester abordar. Se trató de una nueva demostración masiva de la bronca y la fuerza de los trabajadores que superó la disputa mancomunada del gobierno, la patronal y los dirigentes sindicales oficialistas. Fue un castigo al ajuste pero menor que el del 10 de abril, en gran parte por la política burocrática rol  de los Moyano y Barrionuevo. El acierto de convocar a las 36 hs y las acciones de la CTA y fundamentalmente el creciente protagonismo de la izquierda y los piquetes fueron un factor positivo para que la medida se sienta con fuerza. Ahora, hay que seguirla con 48 hs y un plan de lucha.

GuillePaca

Guillermo Pacagnini

El debate sobre el balance del paro es muy importante. Y es bueno no quedar entrampa-dos en posiciones que distorsionan lo que pasó, con el objetivo de, o bien negar la realidad del país, o bien ocultar sus responsabilidades frente a los trabajadores.

Radiografía del paro

Lo primero es que se trató de una medida nacional -la segunda en 2014 y la tercera en el gobierno K- que se expresó en grandes sectores de los trabajadores. Se sintió entre los estatales, docentes y trabajadores de la salud; fue fuerte en ferroviarios, bancarios, alimentación. También impacto en sectores de la industria, aunque con desigualdades. Primó en las grandes ciudades, con menor incidencia en el interior.
En Capital algunas líneas del subte se sumaron. Aunque la UTA no paró, muchas líneas de colectivos circularon con pocos pasajeros. Y esto se mantuvo así durante todo el día. Es decir, fue un nuevo golpe al gobierno y las patronales. Y otro cachetazo a la CGT Caló, a Pignaneli, a Yasky y demás dirigentes gobier-neros, que profundiza el odio y la ruptura de sus bases. Por supuesto que los presidenciables del establishment, de manera abierta o encubierta estuvieron en la vereda de enfrente de los trabajadores. Su presencia o aval al Consejo de las Américas, reunido el mismo día del paro, además de un símbolo provocador, fue una verdadera confesión de parte de su defensa del modelo de ajuste.

¿Por qué no fue como el 10 de abril?

Sin perder de vista el marco anterior, también se debe analizar que la medida fue menor al paro del 10 de abril. Y esto se explica por varias razones:
· La recesión está golpeando y la preocupación por no perder el empleo hizo que hubiera sectores -fundamentalmente en la industria- que, bajo las presiones patronales y con una convocatoria dividida, no se sumaran.
· La decisión de la UTA de no parar, tras recibir las prebendas del gobierno y conseguirle subsidios a las patronales del transporte.
· El desprestigio gigantesco de Moyano, Barrionuevo y demás dirigentes burocráticos, que tardaron cuatro meses en convocar nuevamente luego del parazo de abril. Es un secreto a voces que estuvieron haciendo la plancha porque apuntalaron la gobernabilidad pese al aumento de los despidos, suspensiones y el ajuste. Y que, además de garantes del viejo modelo sindical -punto que comparten con la burocracia oficialista- trabajan para proyectos políticos -como ahora el de Macri- que se dan de bruces con las necesidades obreras y populares.
En ese escenario de disputa, haber logrado una medida tan importante es un triunfo de los trabajadores. Aquí hay que valorar positivamente la decisión de la CTA de convocar a una medida de 36hs, cortes y una movilización unitaria con la izquierda a Plaza Congreso el día 27. Junto a los piquetes de la izquierda del 28, la medida nacional tuvo un carácter activo, contrastando con inmovilismo propuesto por la CGT.

La izquierda y los sectores combativos ganan protagonismo

La izquierda (y nuestra corriente como parte de ella) emergió como uno de los factores clave del paro con un protagonismo superior al que ya se había conseguido en abril. Movilizando, yendo a garantizar piquetes en los principales accesos y puntos importantes de las grandes ciudades del país, debatiendo en asambleas e impulsando la medida desde abajo, proponiendo un programa con una salida para que la crisis no la paguemos los trabajadores. Los sindicatos y seccionales, las comisiones internas y agrupaciones gremiales orientadas por la izquierda, junto al papel público de los partidos fueron uno de los actores del paro, reconocido por los analistas y por la propia burocracia, muy a su pesar. Por eso, fueron blanco de los ataques y acusaciones del gobierno y los medios oficialistas, con la complicidad de los dirigentes vendidos, que ven allí el germen de una nueva dirección democrática y de lucha.
Es así porque ante los ataques de gobernantes y empresarios y la traición permanente de la burocracia, crece entre los trabajadores la decisión de salir a la pelea y organizarse con quienes de verdad quieren pelearla hasta el final. La radicalización y el protagonismo de los luchadores obreros, es sin dudas una expresión del peso creciente de la izquierda en la escena nacional.

El día después

El gobierno rápidamente salió a decir que no modificará el impuesto al salario ni abrirá las paritarias. Después, con el vergonzoso aval de Caló y Yasky, intentó descomprimir con el anunciando aumento del salario mínimo que está a años luz del índice inflacionario, fragmentado en cuotas y que además impacta solamente en el 1% de los trabajadores. Una verdadera burla urdida en una reunión de amigos del gobierno. Mientras negaban respuestas a los trabajadores, Kicillof disertaba en el Consejo de las Américas y consensuaba con las grandes empresas y bancos los planes para seguir garantizando los negocios capitalistas y la entrega del país.
Ante este panorama muchos trabajadores se preguntan para qué sirven estas medidas, si no logran torcerle el brazo al gobierno y las patronales. Más allá que el paro ayuda a las luchas sectoriales en curso -como las de salud, estatales y algunas empresas privadas- y sirve para acumular fuerzas, esas dudas son reales y tienen que ver con el rol de la burocracia sindical. Porque la desconfianza en esos dirigentes de las CGT es fundada, ya que en lugar de estar discutiendo la continuidad, a lo sumo planean alguna marcha para el mes que viene, privilegiando el desarrollo de proyectos electorales de carácter patronal.

Las próximas tareas

Nosotros somos categóricos. Para derrotar el ajuste, se necesita darle continuidad a este paro y sin dilaciones. Porque urge imponer una ley que prohíba despidos y suspensiones con estatización de toda empresa que no cumpla; aumentar salarios, jubilaciones y planes sociales y ponerle coto a la sangría de la deuda, como primeras medidas de un plan de emergencia para salir de la crisis. No podemos quedarnos de brazos cruzados y esperar otras medidas aisladas dentro de varios meses. Hay que debatir las conclusiones del paro en todos los lugares de trabajo y decidir las próximas medidas de lucha. Preparando y exigiendo un paro activo de 48 hs y un plan de lucha nacional.
Unida a la pelea por la continuidad y por un programa de salida, se coloca con fuerza la batalla por una nueva dirección y un nuevo modelo sindical democrático para el movimiento obrero. Hay que seguir recuperando seccionales, comisiones internas y sumando nuevos delegados.
Para empujar con mayor fuerza estas primeras tareas, no sirve despilfarrar la energía que mostró la izquierda política y social cuando pegó junta en estos días de lucha. Hay que superar el divisionismo autoproclamatorio de los espacios sindicales que impulsan por separado el PO, el PTS y otras fuerzas del FIT. Hace falta un plenario de todas las corrientes de izquierda y combativas para discutir cómo encarar la continuidad de la pelea. La CTA también tiene que ser parte de la convocatoria.

Para responder a lo que viene, la pelea sindical no es suficiente

La otra gran tarea tiene que ver con la necesidad de una alternativa política de los trabajadores. Una fuerza unitaria de toda la izquierda política y social, para dar batalla contra los partidos y políticos del sistema. Te invitamos a fortalecer el MST-Nueva Izquierda para pelear por esa amplia unidad. Se vienen nuevas confrontaciones. Los trabajadores han mostrado decisión de poner el cuerpo para defender su dignidad. La burocracia hará el trabajo sucio para patronales y gobierno, buscando derrotar al nuevo activismo. Tenemos que unirnos para estar a la altura de esta realidad y lograr una nueva dirección para el movimiento obrero.
El paro mostró que hay condiciones de avanzar y también los problemas a superar. Manos a la obra.

  Guillermo Pacagnini    

Mesa Nacional CTA  

Coord. Corriente  Sindical del MST