22/2: A Plaza de Mayo con los trabajadores de AGR

El lunes 20 se realizó el 4º Plenario en apoyo a la lucha de los trabajadores de AGR-Clarín. Nuevamente organizaciones políticas, sindicales y sociales participaron del debate sobre las acciones a realizar. Entre ellos nuestra compañera Vilma Ripoll, en representación del MST y Guillermo Pacagnini por nuestra corriente sindical, junto a compañeros de la Bordó de Sanidad, Alternativa Docente y Alternativa Estatal.

No habiéndose concretado hasta el momento el compromiso de una reunión del Ministro Triaca con los trabajadores, surgió la convocatoria a movilizar nuevamente. Un plenario de los gráficos resolvió movilizar. Aunque no se logró que ese día haya paro en el gremio, la movilización es un paso importante en momentos en que el conflicto se prolonga. La marcha será mañana, miércoles 22, a las 14.30hs desde la Federación Gráfica Bonaerense ubicada en Paseo Colón 731 hasta Plaza de Mayo.

Tenemos que lograr la máxima unidad de acción para ir directamente contra Macri, el responsable político de la situación que viven los trabajadores. Magnetto cierra y despide con el aval que por acción u omisión le brindan Triaca y Macri. Una pérfida sociedad entre el gobierno y las patronales avalando el cierre y los despidos truchos de Clarín y la falta de pago de la quincena.

Vilma Ripoll en el plenario

Como planteamos en el plenario, la bronca popular y la conflictividad social obligaron al gobierno a retroceder en chancletas en temas claves como jubilaciones y correo. Los bancarios, lanzando un paro de 72 hs, derrotaron el chaleco que el gobierno pretendía poner sobre su paritaria. Todo ello configura un marco propicio para el conflicto de AGR e indica que se puede ganar. A condición de profundizar las medidas y desplegar la mayor unidad de acción para derrotar al gobierno y la patronal.

Por una columna del clasismo y la izquierda en la marcha del 6

En el Plenario también se debatió una propuesta realizada por nuestro compañero Guillermo Pacagnini en nombre de nuestra corriente. En el marco del llamado a ganar las calles los días 6,7 y 8 de marzo hubo acuerdo en conformar un polo del clasismo combativo y la izquierda en la marcha convocada por la CGT para el día 7. Tiene que ser un nuevo hito en el camino de fortalecer el reclamo a CGT y CTA por paro nacional y plan de lucha ya.

Guillermo Pacagnini en el plenario

La lucha de AGR que ya tiene más de un mes sigue contando con la solidaridad de los trabajadores y el pueblo, manifestada en las acciones, en el acampe y en la continuidad del fondo de huelga.

Y va camino a ser parte de otras luchas en curso por romper el techo salarial del 18%, como lograron los bancarios y para la cual se preparan los docentes. La lucha nacional de los docentes el 6, la convocatoria de la CGT el 7 y el paro y movilización internacional de mujeres del 8 de marzo son también una bocanada de aire fresco para los obreros gráficos en lucha.

Desde el MST en Izquierda al Frente, vamos a seguir estando codo a codo con la heroica lucha de AGR, porque si ganan ellos, ganamos todos.

Activo y con plan de lucha: Concretar el Paro Nacional

La CGT lo anunció y ambas CTA lo convocaron y plantearon concretarlo con o sin la CGT. Hay que ponerle fecha ya y prepararlo desde abajo para pararle la mano a Macri y los gobernadores.

Escribe Guillermo Pacagnini

Hace 14 meses que Macri y los gobernadores despliegan un duro ajuste sobre el pueblo trabajador y el paro nacional brilla por su ausencia. No fue por falta de disposición de los trabajadores a la lucha. Al contrario: las tenaces luchas desplegadas -aunque aisladas- y con el único apoyo del sindicalismo combativo y la izquierda, le impidieron aplicar el ajuste en toda su magnitud. Aun así, el precio por la complicidad de la burocracia sindical con Macri y las patronales se paga con miles de despidos, suspensiones, deterioro del salario y empobrecimiento general. El pacto de fin de año, bendecido por el Papa, fue la consumación de esa entrega.
¿Por qué el giro actual? Hay factores concurrentes, como los vaivenes en los pagos prometidos de la plata de las obras sociales, las presiones de algunos sectores empresariales para conseguir medidas sectoriales, la cercanía de las elecciones y la acción del massismo y el PJ que están detrás de esos dirigentes. Pero sobre todo en sus propios gremios sienten la presión de un amplio descontento obrero y popular por los despidos, el tope salarial del 18%, la inflación y los nuevos tarifazos. Y los conflictos en curso los obligan a decir que “algo hay que hacer”.
Las medidas son tardías e inciertas. Muchos sectores venimos reclamando que se adelante la marcha y ya se le ponga fecha al paro. No se puede confiar ni un milímetro en dirigentes que le dieron tregua al gobierno y que, habiendo prometido varias veces un paro si el gobierno vetaba la ley antidespidos, utilizaron la masiva marcha del pasado 29 de abril para descomprimir, frustrar las expectativas de muchos y dejar pasar los despidos y el ajuste. Así no va más. La movilización del 7 debe ser el primer paso de un plan de lucha y un paro activo nacional con continuidad, que es lo que necesitamos para pararle la mano a Macri.

Unificar las medidas del 6, 7 y 8M

Mientras pechamos por el paro general, hay que preparar con fuerza el 6, 7 y 8 de marzo contra Macri. Si esos tres días de lucha salen con fuerza, el 6 con los docentes, el 7 con el conjunto de trabajadores y el 8 con las mujeres, le daremos un fuerte golpe a Macri, fortaleceremos las luchas en curso y estaremos en mejores condiciones para empujar el paro general.
Los docentes tienen planteado el no inicio con paro y los gremios de CGT/CTA llaman a una marcha nacional educativa. La oposición combativa exige que se concrete el paro docente. La FeSProSa resolvió un paro nacional de salud para el 6 y 7 y llama a unificar las medidas de docentes y estatales. La reunión conjunta de la CTA Micheli y la CTA Yasky resolvió movilizar los tres días.
Hay que lograr que se unifiquen esas 72 horas de lucha. No puede pasar como el año pasado, en que docentes y estatales marcharon separados. Hay que rechazar toda maniobra divisionista. La conducción nacional de ATE también debe llamar a parar y unificar durante los tres días.

Un pliego conjunto de reclamos

El programa a reclamar tiene que ser claro. Necesitamos un pliego único que comience por apoyar todos los conflictos, rechace el ajuste, la flexibilización y los despidos, empezando por la reincorporación de todos los compañeros de AGR Clarín.
Estos puntos deben ser parte de un plan de emergencia para que la crisis la paguen los de arriba y no el pueblo trabajador. Se necesita un aumento de salarios, jubilaciones y planes sociales actualizados según inflación. Habría que prohibir por ley los despidos y suspensiones, repartir las horas de trabajo, abrir los libros contables y nacionalizar toda empresa que cierre o despida. Y anular los tarifazos y reestatizar los servicios con control social, repudiar la deuda externa e imponer impuestos progresivos para que la crisis la paguen las corporaciones, entre otras medidas.

Hacia el paro y plan de lucha

 

Desde la Corriente Sindical del MST y nuestras agrupaciones llamamos a los trabajadores a garantizar los tres días de lucha convocados y a reclamar el paro nacional. Las CTA definieron dirigirse a la CGT, pero si ésta recula igual hacer el paro.
Para pararle la mano a Macri y los capitalistas necesitamos ponerle fecha y que el paro sea unitario, articulando con la izquierda, el sindicalismo clasista y los movimientos sociales. Y tiene que ser un paro nacional activo, con movilización a Plaza de Mayo y en todo el país. Y debe tener continuidad, con un plan de lucha discutido y votado en las bases hasta derrotar el ajuste.
Proponemos hacer reuniones de activistas, asambleas, consultas y plenarios en todos los gremios para exigir que se concrete el paro, sin la menor confianza en las cúpulas burocráticas y tomando la preparación en nuestras manos. A la vez proponemos, en el marco de la más amplia unidad de acción para que la marcha del 7 sea masiva, una columna unificada del sindicalismo clasista y de izquierda.

Un año de resistencia y organización. Clase trabajadora: hora de balance

Termina 2016. El año debut de Macri y su intento de aplicar un ajuste ortodoxo para «normalizar» el país. Termina mal y cuestionado. Desde abajo le pusimos palos en la rueda a su plan. Mientras, vamos avanzando en la nueva dirección clasista que se necesita.

Escribe Guillermo Pacagnini

Apenas asumió, el gobierno de Macri desplegó un ataque global contra el movimiento obrero, funcional a la estrategia de las multinacionales norteamericanas de recuperar terreno competitivo y a la del FMI de reinsertar al país en el circuito usurero de la deuda. Para ello había que disminuir el déficit fiscal a costa de los presupuestos sociales y las plantas de estatales. Y reducir el «costo laboral» con salarios a la baja, flexibilización y eliminación de conquistas, incluyendo revisión de los convenios y despojo del fuero laboral. Además de contar con los servicios de la burocracia sindical, prepararon un plan de contingencia con protocolo y otras medidas represivas y limitantes de la libertad sindical. El movimiento obrero protagonizó uno de los años de mayor conflictividad, les arruinó la fiesta y amortiguó en parte los efectos de una crisis que quieren descargar hacia abajo. Si el ajuste no fue derrotado, es porque la traición de la burocracia evitó que confluyeran las luchas en un paro nacional. Por eso en este año también aumentó el descrédito y la bronca con los dirigentes sindicales tradicionales y comenzó a cobrar impulso un nuevo proceso de recambio sindical desde abajo expresado en nuevos delegados y organismos sindicales recuperados.

Conflictividad récord y el gobierno, recalculando

Primero fueron los despidos en el estado nacional y los municipios, encubiertos como cese de contratos. La resistencia fue importante y planta del estado no logró reducirse como lo habían planificado. Luego en el sector privado con una oleada de suspensiones y reprogramaciones productivas, facilitada por la burocracia con la secuela de una destrucción neta de 200.000 puestos de trabajo.
La segunda política fue el techo salarial y el condicionamiento a las paritarias. Los centenares de conflictos llevaron a superar el techo y llevar los aumentos a un promedio de 31%. La tercera pata del ajuste inicial fueron los tarifazos y recortes presupuestarios que aplicaron sobre la población en general. Que generaron un amplio rechazo que obligó a bajar su intensidad.
La respuesta fue temprana y global. Las marchas de trabajadores como la del 24 de febrero de estatales, del 29 de abril de las «cinco centrales», la Federal de agosto, la marcha de la comunidad educativa, la concentración estatal frente a la gobernación de Vidal de mayo (la mayor de la década), el ruidazo contra los tarifazos, y el paro de mujeres, demostraron que cuando hay un polo convocante las respuestas son masivas. El gran problema no fue la falta de disposición a la pelea, como arengaban algunos dirigentes, sino la dirección que traiciona, regula o aisla los conflictos, pacta con el gobierno y aborta las peleas centralizadas. Ese fue el factor que le dio aire al gobierno y las patronales. Pero a la vez generó bronca, ruptura y realimentó el proceso de recambio sindical desde la base. Si se hubiera logrado una lucha centralizada y nacional, un paro nacional con un plan de lucha y medidas escalonadas, el ajuste se podría haber derrotado.

Está cambiando el mapa sindical

El nuevo período abierto con el cambio del gobierno también trajo aparejada una modificación importante del mapa sindical. La derrota y la debacle del proyecto kirchnerista ha acelerado la crisis de la burocracia sindical. sobre todo la ruptura por la base que dinamiza de nuevo el proceso de recambio sindical.
La novedad ha sido la unificación de la CGT. Funcional al «acuerdo social» pero también para cerrar filas ante el proceso de renovación que surge desde abajo. Esta unidad de los triunviros no significa fortaleza y, si bien alejaron la posibilidad del paro nacional, acumularon mayor crisis con la base. Las CTAs si bien han impulsado algunas iniciativas unitarias correctas, no aparecen como el lugar donde el activismo joven y rebelde que germina en la raíz de los conflictos se empiece a aglutinar. La nueva división de la CTA/A y la galopante crisis de ATE, de la mano de la división geométrica de de las «verdes», han dificultado seriamente el desarrollo de la lucha, pero a la vez han empujado a un nuevo recambio, como el que sucede en diversas juntas internas de ATE. Todo indica que la crisis de la burocracia va a seguir profundizándose. La tensión de los combates por venir va de la mano de lograr una nueva dirección. El ministro Triaca: dijo «Tocamos temas sindicales que parecían vacas sagradas». Se refería a la traición del burócrata Pereyra, que firmó un convenio de flexibilización. Van a insistir en liquidar convenios y eliminar conquistas y habrá que resistir.

Una nueva oportunidad

Con la salida del kirrchnerismo del poder, se debilitó un factor clave que había atemperado el proceso de recambio de dirección abierto con el argentinazo de 2001. No sólo porque acelara la crisis de la burocracia sindical peronista, sino porque se descongelan y dinamizan nuevos fenómenos de recuperación sindical. Aunque se visibilice con más claridad en el activismo joven y rebelde que surge en los gremios más dinámicos, hay expresiones de nueva dirección en el conjunto del movimiento obrero. El gremio docente, donde más ha venido avanzando la recuperación de terreno a la burocracia, ha dado nuevas muestras de vitalidad. La inacción de la Celeste y el capital acumulado de la oposición son un buen aliciente para encarar las elecciones de Suteba y CETERA de 2017. Los avances de Alternativa Docente, que conquistó la secretaría gremial en ADEMyS, muestran la otra cara de esta pelea: la necesidad de que las nuevas direcciones practiquen un nuevo modelo sindical democrático y no reproduzcan rasgos burocráticos del viejo modelo que hay que comatir y desterrar, como muchas veces hacen las fuerzas integrantes del FIT. Así como el nuevo cuerpo de delegados de ADOSAC Río Gallegos, reflejando la necesidad de una amplia unidad de la izquierda clasista. El nutrido activo que se refleja en los estatales, las juntas internas combativas como las del ENRE y la Subsecretaría de Trabajo, los nuevos delegados del INTI o el triunfo en Cultura, son datos más que representativos. El fortalecimiento de nuestra agrupación Alternativa Estatal es parte de este viento de cambio. También en el gremio de Salud, uno de los que más ha luchado de la mano de la consolidación de la CICOP, la UTS de Córdoba, el nuevo cuerpo de delegados del SUTECBA del Htal. Ramos Mejía y el nuevo sindicato del Hospital Moyano. También en el sector privado como la Lista Bordó de la Sanidad que ha extendido la oposición al sindicato de Daer, uno de los triunviros cegetistas. La profundidad del proceso coloca que esté abiero en los gremios del estratégico proletariado industrial. La recuperación del SUTNA nacional y la lista roja de la Carne apuntan en ese sentido. Son los primeros y fructíferos pasos de una nueva oportunidad de ganar nuevos delegados, internas y hasta sindicatos en el camino de forjar la nueva dirección que se necesita.

Los desafíos para 2017

Vamos a un año de nuevos enfrentamientos. Será necesaria la mayor unidad de acción para derrotar el ajuste de Macri y los gobernadores. Siempre manteniendo la independencia política y organizativa y priorizamos, dentro de estos marcos de confluencia, la lunidad con los sectores combativos, clasistas y de izquierda.
Junto a las reivindicaciones de coyuntura, habrá que plantear la necesidad de un plan alternativo obrero y popular. Y la propuesta de un nuevo modelo sindical democrático y para la lucha. Planteando la derogación de la ley de asociaciones sindicales, la más irrestructa democracia sindical, que la basedecida todo, la integración proporcional de todas las corrientes de opinión en listas y organismos, la revocatoria, la no reelegibilidad, las finanzas controladas por la base y la coordinación genuina.
Proponemos como prioritario un gran plenario unitario de todo el sindicalismo clasista y de izquierda, que acuerde con un programa antiburiocrático y con una integración consensuada en todas sus instancias (mesa, oradores, etc). Es un paso clave para apoyar las luchas, ayudar a los nuevos dirigentes, impulsar listas unitarias, organizar acciones. Rechazando la política sectaria y divisionista de las fuerzas del FIT que se vienen negando a ello. Las marchas unitarias de la izquierda clasista como la del 9 de agosto y la convocada a los 15 años del argentinazo, son pasos que hay que continuar. Hacia una nueva dirección clasista y antiburocrática en el movimiento obrero. Desde la Corriente Sindical del MST, trabajaremos en ese sentido.

Guillermo Pacagnini

 

Conferencia de prensa: “El 20 marchamos a Plaza de Mayo en rechazo al ajuste y la tregua”

Mañana viernes 16, a las 8 hs en la sede de ADEMyS, se realizará una conferencia de prensa para anunciar la movilización unitaria del sindicalismo clasista y la izquierda. Guillermo Pacagnini, Coordinador de la Corriente Sindical del MST y Secretario General de la CICOP, que será parte de la conferencia, dijo: “Convocamos a movilizar masivamente en rechazo el ajuste de Macri, las patronales y los gobernadores. Estaremos en la calle los sectores que no entramos en la vergonzosa tregua firmada por la burocracia cegetista y algunos movimientos sociales con el gobierno, patrocinada por la Iglesia y aplaudida por la oposición del PJ y Massa”.

Pacagnini agregó: “También marcharemos en el 15° aniversario del Argentinazo de diciembre de 2001, reivindicando esa gesta que fue una bisagra en nuestra historia reciente. Que cuestionó a la vieja política y colocó demandas de cambios de fondo que hoy se reactivan, como la necesidad de poner en pie una nueva dirección clasista y democrática en el movimiento obrero y una nueva alternativa de izquierda”.

CONFERENCIA  DE PRENSA, VIERNES 16 A LAS 8 HORAS, EN LA SEDE DE ADEMYS (SOLIS 823. CABA)

Contacto: Guillermo Pacagnini 1168150137 // 1156096802

4/11: Jornada nacional de lucha de las CTAs: Marchamos con nuestro programa. Contra el ajuste de Macri, para reclamar un paro nacional y un plan de lucha.

Se acerca fin de año y Macri prepara una Navidad con más hambre. Nuevos tarifazos, cepo a las paritarias y más despidos.

Van 11 meses de gobierno y vemos como Macri y los gobernadores están aplicando un duro ajuste sobre el pueblo trabajador y garantizando plata y reglas de juego para los grandes empresarios.

Pero los trabajadores, los jóvenes y las mujeres venimos protagonizando duras luchas y el cuestionamiento al ajuste viene creciendo. Lamentablemente cuando más necesario es un  paro nacional, la CGT, con la bendición de la Iglesia y la plata de las obras sociales que les dio el gobierno, acaba de enterrar toda promesa de paro y entregar la pelea por la reapertura de paritarias a cambio de un bono miserable, que no llega a los estatales y que la mayoría de los empresarios dice que no va a pagar tampoco en el sector privado. Otra vez traicionan, como lo habían hecho cuando Macri vetó la ley antidespidos. Hay un repudio generalizado al cepo salarial, la inflación, los tarifazos y despidos, pero la CGT le tira un salvavidas a Macri. Una vergüenza.

Queda claro que es por responsabilidad de los dirigentes y no por falta de disposición a la lucha de los trabajadores que el paro no se concreta. Los que prometían parar si el triunvirato cegetista arrugaba, tampoco sacaron los pies del plato, como Pablo Moyano y Palazzo de la Corriente Federal.

El viernes 4 ambas CTAs convocan a una Jornada nacional de lucha con marcha a plaza de Mayo. La convocatoria es sin paro y tampoco se está preparando con fuerza en los lugares de trabajo. El propio Yasky cerró las posibilidades de paro aduciendo que no hay condiciones si no se suma la CGT y CTERA que podría parar los docentes de todo el país, no lo hace, ni siquiera por su propia paritaria que sigue cerrada. Y es lamentable la actitud de la dirección de ATE que directamente dividió al llamar a acciones el 2 y el 16. Después de la masividad de la Marcha Federal y del paro nacional de mujeres queda claro que sobran condiciones, lo que falta es voluntad política en los dirigentes.

Desde la Corriente Sindical del MST, pese a las insuficiencias de la Jornada del 4, vamos a marchar críticamente sumando nuestro programa a los puntos comunes por las paritarias, contra el impuesto al salario, por el cese de despidos, la anulación de los tarifazos, entre otros. Pero vamos a levantar con fuerza el reclamo de un paro activo nacional, con acciones en todo el país y seguido de un plan de lucha.

Por los reclamos urgentes pero también por un programa alternativo obrero y popular: salario, jubilaciones y planes sociales actualizados según inflación; apertura de los libros, reparto de las horas de trabajo y nacionalización de toda empresa que cierre o despida;  reestatizar los servicios con control social, repudiar la deuda e impuestos progresivos para que la crisis la paguen las corporaciones. Y apoyar a los nuevos delegados y dirigentes que surgen desde abajo en el camino de construir una nueva dirección clasista y democrática para el movimiento obrero.

Llamamos a marchar el viernes 4 con estos reclamos. Concentramos en Av de Mayo y 9 de julio a las 14 hs.

Corriente Sindical del MST

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Hospital Posadas: por la vigencia de la libertad sindical

Entre otras tropelías, la dirección del Hospital Posadas ha prohibido a la seccional local de CICOP la utilización del aula magna del establecimiento para la realización de asambleas. Haciendo gala de un notable autoritarismo, también se niegan a recibir a los dirigentes de la gremial. Desde la Corriente Sindical del MST repudiamos esta actitud y reclamamos tanto del ministerio de salud como del gobierno nacional tanto la interlocución como la plena vigencia de la libertad de acción gremial.

19 10 2016

G.Pacagnini

Una salida democrática a la crisis de la CTA. Que la base decida: elecciones anticipadas

Cuando más se necesita la unidad para enfrentar el ajuste, la CTA-A se encamina a consolidar una fractura ya evidente. No hay salida si se insiste en la misma receta que llevó a esta crisis: la lógica de aparato. Hay que apelar a la decisión democrática del conjunto de los compañeros mediante un congreso, reforma de estatutos y elecciones anticipadas.

Desde nuestra corriente y estas páginas hemos vertido nuestra opinión acerca de las causas estructurales de esta nueva crisis, convencidos de que si no se las aborda y se cambia el rumbo es imposible revertir la dinámica actual. Y que una salida principista y democrática sólo puede provenir de dar participación al colectivo de afiliados de la central. Al tiempo que la salida de congreso, reforma de estatutos y elecciones gana simpatía en un amplio sector preocupado por el curso rupturista, una vertiente de dirigentes impulsa una política opuesta e impuesta desde arriba que no hace otra cosa que consolidar la división en curso.

¿Unir o hundir la central?

La semana pasada el dirigente «Pipón» Giuliani concurrió a una reunión de la mesa provincial salteña. Esgrimiendo que representaba la opinión del sector de De Gennaro y que están recorriendo el país, planteó su «salida» para la crisis de la central: hay que marchar hacia una nueva alianza estratégica con sectores peronistas y la CCC. Y los sectores que no se subordinan a esa política, como el de Micheli, la corriente de ex comunistas y los «trotskos» del MST –que tienen «su alianza natural hacia la izquierda»- no deben ser parte de esta construcción. La visión maccartista de Giuliani no sólo no convenció sino que recibió rechazos y la reunión terminó abruptamente, agravando la crisis.

Otra vez la misma receta

Lo que se expuso sin filtro en Salta, es lo que se viene difundiendo de manera más elegante en cursos y reuniones. Planteando que la alianza estratégica de la central debe de ser con los que reivindican al peronismo como el único período donde habrían gobernado los trabajadores. Más allá de lo discutible de esta afirmación, el problema es que se pretende un modelo de central de pensamiento único. Parece ser que, lejos de la integración pluralista de las distintas corrientes, quienes no comulguen con los postulados de la UP, el Frente Popular y su «nueva estrategia», no tienen cabida en la central. Nada más alejado de la autonomía que se necesita. Por eso son refractarios a la izquierda y proponen una vuelta a las recetas del pasado. Pretender subordinar la central a un pequeño proyecto político que fracasó sólo puede agravar la crisis. Lamentablemente la CCC le hace seguidismo a esta postura.
También insisten en el mismo modelo sindical burocrático. Por ello rechazan toda reforma de los estatutos que democraticen el modelo sindical e insisten en fomentar nuevamente una salida burocrática, como la que ya implementaron frente a la gravísima crisis de ATE, sin integrar a la dirección a las diversidad de corrientes y agravando la misma. Los mismos que produjeron una grave crisis en ATE, ahora lo hacen con la CTA.

Atacar los problemas y no profundizarlos

Nuestra corriente sindical, que se integró a la central en 2010, de manera independiente y en unidad de acción para defender la autonomía de la misma, planteó cotidianamente la necesidad de abordar estos problemas y disputó por un rumbo correcto, por una central autónoma, clasista, democrática y para la lucha.
Pero, como ya dijimos en el AS Nro 664 «No se logró que la central empalme con los profundos cambios que hay en el movimiento obrero, con el activismo joven que surge en las luchas, simpatiza con la izquierda y busca un polo de agrupamiento democrático que lo incluya. No se puede seguir con un estatuto caduco, sin proporcionalidad, revocatoria ni democracia de base, es decir, sin democratizar todo el funcionamiento de sindicatos como ATE y de la propia central.»
Por eso el cambio de escenario político del país encontró a la central paralizada, sin una respuesta unificada para rodear de solidaridad las luchas y una orientación de unidad de acción, perdiendo el protagonismo. Ha venido primando la lógica de aparato (incluyendo acusaciones de índole financiera) por sobre las necesidades de los trabajadores. Al ordenarse por las necesidades del aparato, se han boicoteado acciones, no se han apoyado luchas y no se ha tenido una respuesta unificada frente a movilizaciones nacionales. La defección de una parte de la central de la Marcha Federal, por política expresa de ese sector de dirigentes referenciado en la dirección de ATE nacional, es la última patética muestra de ello. Miles de trabajadores tomaron la marcha como un canal de protesta contra el ajuste, frente a una convocatoria unitaria, con un programa correcto, y este sector llamó a no concurrir.
Hoy desde nuestra corriente, creemos que hay que pelear por una unidad de acción mayor, con todos los sectores dispuestos a enfrentar al gobierno. Y, al mismo tiempo, seguir la pelea por un polo de reagrupa-miento que apoye todas las luchas más allá de quién las encabece, que se ponga al servicio de los nuevos dirigentes de base que surgen en los gremios, que impulse listas de oposición combativas, que esté al servicio de la mayor unidad de acción con otros sectores. Ese es el camino hacia la central democrática y combativa que necesitamos los trabajadores.

Propuesta para cambiar el rumbo

Sin terminar con el internismo, clarificar los debates políticos y abrir las instancias más democráticas para resolver un cambio de rumbo, no hay salida. Se requiere una convocatoria a congreso extraordinario con amplio debate en la base de las diferentes posiciones (coyuntura, unidad de acción, políticas de alianzas de la central, plan de acción). Que encare una profunda reforma de los estatutos para incorporar la proporcionalidad a fin de integrar a todas las corrientes en base a su representatividad según las elecciones, instancias de conducción y decisión más colectivas, revocabilidad de mandatos y manejo transparente de las finanzas, entre otros puntos. Y que convoque a elecciones anticipadas. Para que sea la base la que se exprese y elija a la nueva conducción. Esta salida de congreso, reforma estatutaria y elecciones es compartida en lo esencial por muchos compañeros y un sector de dirigentes nacionales de la central y ha sido resolución de los congresos de la FeSProSa y la Federación Docente.
Llamamos a profundizar este debate y a llevarlo a los sindicatos y agrupaciones que aún no se han pronunciado, para intentar revertir una división que parece irreversible y va a llevar a una franja de trabajadores y luchadores hacia una nueva frustración.

Corriente Sindical del MST

movCTA

Después de la masiva Marcha Federal: Vamos por un paro general y plan de lucha

La Marcha Federal fue una de las mayores demostraciones callejeras de rechazo al ajuste de Macri. Un golpe para el gobierno y un envión para los trabajadores y el pueblo. Ahora se impone preparar desde abajo y reclamar un paro nacional y plan de lucha.

Acto en la carpa congreso

Escribe Guillermo Pacagnini

Mientras Macri y su coro de bufones intentaron minimizarla, hasta la prensa más adicta al gobierno tuvo que reconocer que la marcha Federal fue masiva. La movida, que comenzó en el interior con cinco columnas y confluyó sobre la Plaza de Mayo fue, después de la marcha de las centrales del 28 de abril, la mayor movilización. Convocada por un arco multisectorial con eje en la CTA de los Trabajadores, pero que incluyó CTA autónoma, la Corriente Federal -disidente de la CGT- encabezada por la Asociación Bancaria, gran parte de la izquierda incluido nuestro partido, un amplio arco de movimientos sociales y sectores políticos diversos incluyendo los espacios kirchneristas. Hasta un sector de la propia CGT reunificada que no pudo eludir el evento y dio el presente con una delegación de camioneros y el Sindicato de Canillitas, entre otros. Fue fuerte el componente docente, que ese día protagonizó un paro en las principales regiones del país, los judiciales de la AJB y la Federación (CTA), CICOP que paró los hospitales bonaerenses y otros gremios. En un clima muy combativo cerraron el acto Pablo Micheli y Hugo Yasky. Desde la Plaza un solo grito se transformó en un eco demandante: «Paro general». Sin lugar a dudas la tarea que se coloca como necesaria para subir la apuesta y poder avanzar en derrotar el ajuste macrista.

Ausentes con aviso

Pese a las importantes diferencias con gran parte de los convocantes, nuestra corriente sindical con sus agrupaciones y el MST/Nueva Izquierda de conjunto participó de la convocatoria en unidad de acción con el arco multisectorial. Con un programa limitado pero correcto («Para terminar con el tarifazo, los despidos y el ajuste»), nuestro partido movilizó incorporando puntos como la actualización salarial automática según inflación real, la reestatización de los servicios públicos con control social, el no pago de la deuda y el reclamo de un paro nacional y plan de lucha, entre otros reclamos de emergencia y de fondo. La masividad, el programa y el carácter obrero y popular de la convocatoria echaron por tierra los argumentos esgrimidos por quienes muy equivocadamente boicotearon la movilización como la dirección de ATE y otros sectores enrolados en la CTA autónoma, la CCC y el PTS, alejados de las necesidades de los trabajadores fortalecidos por esta movilización. La CGT acusó recibo del golpe y, pese a sus intenciones declaradas de apuntalar a Macri, por la presión de las bases algunos de sus dirigentes empiezan a balbucear hacer alguna medida.

Macri en su peor momento

El ajuste a tres bandas con despidos, inflación. topes salariales y tarifazos ha generado un salto en el deterioro del nivel de vida de los trabajadores y sectores populares y, a la vez, también una temprana respuesta de lucha y bronca desde abajo. Ello ha desgastado prematuramente al gobierno de Macri que, pese a tener el apoyo del establishment, los EEUU y los centros de poder internacionales, está condicionado por la crisis capitalista internacional a seguir adelante con el ajuste, sin plan B posible. El revés judicial con el tarifazo y ahora el mazazo de la Marcha Federal, marcaron un round perdido para el gerente del ajuste el cual está tratando de retomar la iniciativa. Para ello ha llamado a un pacto de gobernabilidad con la «oposición responsable» y pretende contar con los servicios de la CGT reunificada para poner en pie un pacto social. Todo ello necesario por la necesidad de seguir ajustando. Candado a la reapertura de paritarias, anuncios de nuevos despidos en el estado y vuelta a la carga con el tarifazo, son otro grito de guerra a los trabajadores. Frente a ello, no hay que dar tregua. Hay que subir la apuesta.

El paro es una necesidad urgente

Los conflictos crecen, pero siguen dispersos. Los aumentos logrados naufragan ante el crecimiento de la inflación. Las reincorporaciones logradas en algunos sectores que lucharon, no alcanzan a compensar la destrucción de puestos de trabajo y las suspensiones que aumentan por la recesión. Se necesita unir las luchas. Seguir el camino de los cacerolazos contra el tarifazo y la Marcha Federal, dándole continuidad, ampliando la unidad de acción y subiendo la apuesta con un paro nacional y plan de lucha. Los sectores combativos y la izquierda, tenemos un rol de primer orden ayudando a construir el paro desde abajo, preparando y reclamando, según el caso, reuniones de activistas, asambleas y plenarios. Las CTA tienen que estar unidas y a la cabeza de este reclamo y golpear todos juntos sobre las demás centrales. Sin ninguna confianza en los dirigentes que miran para otro lado, hay que seguir agregando combustible a la caldera del reclamo. Para pararle la mano a Macri y derrotar el ajuste.

Guillermo Pacagnini

centralGP

DEL 31/8 AL 2/9 Contra el ajuste de Macri, por un plan de emergencia. Vamos a la Marcha Federal

Un amplio arco de organizaciones sindicales y políticas desde el espacio multisectorial Articulación Popular convocan a marchar durante tres días por el salario, contra el tarifazo y los despidos. Desde el MST-Nueva Izquierda marchamos en unidad de acción reclamando un paro nacional y un plan de lucha para derrotar el ajuste de Macri y los gobernadores.

Acto en la carpa congreso

Escribe Guillermo Pacagnini

Avanzado el segundo semestre, el túnel sigue a oscuras y la «revolución de la alegría» brilla por su ausencia. Por el contrario, la inflación acumulada se proyecta cercana al 50% y el gobierno insiste en que los salarios, jubilaciones y planes sociales sean variables de ajuste. La recesión en ciernes viene con nuevos despidos y suspensiones, ahora predominantes en el sector privado. Hubo una destrucción neta de más de 250.000 puestos de trabajo. Frente a este panorama, se han multiplicado los conflictos, pero al estar desarticulados lugar por lugar no alcanzan para pararle la mano al plan de ajuste y entrega de Macri.
Se necesita la mayor unidad para lograrlo. Cuando se confluyó en protestas unitarias y masivas como los cacerolazos, se logró que la Corte frene por un tiempo el tarifazo del gas. Pero van a volver a la carga. Para derrotar el tarifazo y todo el ajuste, se necesita un paro nacional y un plan de lucha. La Marcha Federal tiene que ser un paso en ese camino.

Unidad para pararle la mano a Macri

Crece la bronca, el gobierno baja en las encuestas de opinión y las luchas se multiplican. Pero si Macri insiste con su ajuste es porque tiene cómplices. Los gobernadores que aplican iguales medidas, el PJ y Massa, que critican algunas cosas pero en el Congreso le votan las leyes. Pero sobre todo los dirigentes de la CGT que ahora se unen no para luchar sino para sostener la gobernabilidad a cambio del botín de las obras sociales, plata que también nos han robado a los trabajadores.
Los docentes vienen peleando y van al paro en el país, los trabajadores de salud luchan en 10 provincias y junto a los estatales pelean por salario y más presupuesto. Los privados defienden su fuente laboral. Las multisectoriales enfrentan los tarifazos. Necesitamos unir todas estas peleas en un plan de lucha nacional. Por eso junto a otras organizaciones populares convocamos a la Marcha Federal. Habrá actos en las principales ciudades del interior, cinco columnas hacia la Capital y el 2 se harán actos en Avellaneda, La Matanza, Capital y luego en Plaza de Mayo. Iremos con nuestros reclamos y por un paro nacional y plan de lucha.

Que la crisis la paguen las corporaciones

Vamos por un plan de emergencia para salir de la crisis. Por aumento general de salarios, jubilaciones y planes sociales, con actualización automática. Anular el IVA a la canasta familiar para todos y aplicar la Ley de Abastecimiento a los que acaparen o desabastezcan, para combatir de verdad la inflación que generan los grandes empresarios.
Vamos por la anulación de los tarifazos en forma definitiva auditando las cuentas de las privatizadas para conocer sus costos reales y reestatizar todos los servicios con control social.
Vamos por la prohibición por ley de despidos y suspensiones, por el reparto de las horas de trabajo sin rebaja salarial. Y si la patronal incumple, nacionalizar la empresa bajo control obrero. También dejar de pagar la deuda externa, que desangra al país, y volcar esos fondos a resolver las necesidades sociales.
Estas son algunas de nuestras propuestas para dar vuelta la tortilla, para que la crisis la paguen los capitalistas.

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