Declaración del MST-Nueva Izquierda: Ante la detención de Milagro Sala y la amenaza de represión al acampe de Plaza Belgrano en Jujuy

En el día de ayer la policía de Jujuy, por orden del gobernador Gerardo Morales, detuvo a Milagro Sala, dirigente de la agrupación Tupac Amaru. Esta detención es un paso más en la escalada que el nuevo gobierno macrista lleva adelante contra los sectores populares y contra los trabajadores, en Jujuy y en todo el país. Desde hace más de 30 días, varias organizaciones sociales de Jujuy, entre ellas nuestro Movimiento Sin Trabajo “Teresa Vive”, llevan adelante un acampe en la Plaza Belgrano contra el recorte en la ayuda social y el ajuste que impulsa el gobierno de Morales. Este ajuste no afecta solo a las organizaciones sociales, sino también a los trabajadores estatales que están sufriendo despidos y persecuciones, y se han sumado al acampe a través de ATE Jujuy, que ha llamado a un paro general de 24 horas para el lunes 18.

El gobernador intenta mostrar esta detención y este ajuste como un ataque a Milagro Sala y a su organización, y dice que combate el “clientelismo” y que va a garantizar individualmente la ayuda social. Pero esto es mentira. Es necesario mostrar a todo el país que los destinatarios del ataque de Morales son los trabajadores y los sectores populares de Jujuy, a los que se pretende dejar sin ningún tipo de ayuda social. Del acampe no participa solo la Tupac Amaru, sino que decenas de movimientos y organizaciones sociales lo hacemos y las decisiones del acampe se toman en asambleas del mismo. Pasaron más de 30 días y durante todo este tiempo el gobierno se negó al diálogo. Su única respuesta a los reclamos sociales ha sido la amenaza de represión, y ahora la detención de Sala y la persecución y amenazas de detención sobre otros dirigentes del acampe, entre los que se encuentra el compañero Leo Rivero, dirigente de nuestro partido en la provincia.
La política de ajuste y represión del gobernador Morales es parte integral del ataque del gobierno de Mauricio Macri contra los trabajadores públicos en todo el país, con despidos que ya suman más de 18.000 según los gremios estatale, el salto colosal en la inflación y la devaluación con suba de precios. Y la brutal represión a los obreros de Cresta Roja en la Autopista Richieri y la que dejó decenas de trabajadores municipales heridos el 8 de enero en La Plata.
Nuestro partido ha estado en la primera fila de la lucha contra el ajuste y la represión cuando fue el gobierno kirchnerista el que la realizó, y hemos mantenido y mantenemos diferencias importantes con Milagro Sala y su organización. Pero esto no nos impide señalar que la detención de Sala y la amenaza de desalojo violento del acampe de las organizaciones sociales es parte de un plan político nacional, y que se expresa también en Jujuy, de intentar atacar la grave crisis que vive el país ajustando a los trabajadores y al pueblo y gobernando a favor de las corporaciones y los grandes capitalistas.
Por eso exigimos la inmediata libertad de Milagros Sala y el cese de persecución a los dirigentes del acampe, la apertura inmediata de una instancia de diálogo con las organizaciones sociales jujeñas para considerar sus reclamos. Y rechazamos la política de amenazas de desalojo y represión del acampe de Plaza Belgrano, haciendo responsable al gobernador Morales y al gobierno nacional de Macri por la vida y la integridad física de todas las compañeras, compañeros y sus familias que participan del mismo.
Desde el MST-Nueva Izquierda hacemos un llamado a la más amplia unidad de acción para enfrentar el ajuste y el avance en la criminalización de la protesta social. Rodear de solidaridad el acampe de Plaza Belgrano en Jujuy, exigir a las centrales de trabajadores que convoquen a acciones unitarias por la libertad inmediata de Milagro Sala, por el cese de las persecuciones a los dirigentes del acampe y para frenar las medidas de ajuste y represión de Morales en Jujuy y de Macri en todo el país.
17/1/15
Alejandro Bodart y Vilma Ripoll,
por el MST-Nueva Izquierda

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Jujuy. Leo Rivero, dirigente del MST, en la conferencia de prensa en el acampe de Plaza Belgrano.

19D: Plaza llena contra el ajuste

Cabecera de la columna de la CTA.

Cabecera de la columna de la CTA.

Ya desde el mediodía la plaza se fue colmando de manifestantes. La columna encabezada por la CTA, bajo el lema “Por una Navidad sin hambre y una Patria con justicia social”, ingresó por la Diagonal Norte hasta la Plaza de Mayo, mientras que las otras centrales lo hacían por Avenida de Mayo y la Diagonal Sur. El MST, la CCC, Barrios de Pie, la Federación Agraria y la FUA fueron parte de la columna, entre otros sectores, junto a los gremios de la CTA. Abrió el acto Lidia Meza, secretaria de Previsión Social de la CTA, que le pegó duro a Cristina por despreciar a los jubilados no sólo por llamarlos “caranchos” sino por los haberes de miseria. Y llamó a seguir luchando por el 82% móvil para vivir dignamente. El segundo orador fue el dirigente del sector Azul y Blanca, Carlos Acuña y luego habló Pablo Micheli. Remarcando los reclamos del pliego nacional que resume los reclamos de millones, planteó la eliminación del impuesto al salario, la unificación de los salarios familiares sin tope, la derogación de la Ley Antiterrorista, salario mínimo vital y móvil de 5 mil pesos al igual que los planes sociales, el 82% móvil y un aumento de emergencia para los jubilados entre otros puntos. Finalmente Moyano denunció que el ajuste en curso es lo que pedía el FMI, congelando los salarios y recortando con el mínimo no imponible y la inflación.
Cuando la tarde caía la gente fue desconcentrando. La columna del MST, con nuestra corriente sindical, la juventud, los contingentes de los barrios y el Teresa Vive, se desplazó por la avenida de Mayo y cerramos la jornada con un acto donde balanceamos la exitosa movilización y reivindicamos el Argentinazo de 2001 a 11 años de la rebelión.

Pacagnini y Gimé-nez estuvieron en el palco junto a Bodart, Ripoll y Pino Solanas.

Pacagnini y Gimé-nez estuvieron en el palco junto a Bodart, Ripoll y Pino Solanas.

 

A modo de balance

Sin lugar a dudas la CTA tuvo un rol clave como ariete político del polo de movilización que protagonizó los grandes hitos sociales de 2012. Que comenzaron con el paro del 8 de junio y desembocaron en la huelga nacional del 20N, la más importante de la década, y en que la Plaza llena se transforme nuevamente en parte del paisaje social de un país convulsionado.
Pese a las insuficiencias estructurales de nuestra central, producto de la crisis y la batalla con el sector yaskista cooptado por el gobierno, la nueva etapa que nos propusimos poner en pie, pegó un claro salto de calidad en materia de iniciativa política y protagonismo en la escena nacional. Y ello tuvo que ver con una lectura acertada de la coyuntura y una política correcta. Ambas fueron resultantes de un intenso y positivo debate que no está cerrado y que trajo nuevas fisuras en la central, en particular en el gremio de ATE. Fue clave concluir que estaba en curso un quiebre de masas con el gobierno de Cristina y que se daban cambios profundos en el mapa sindical con el pase a la oposición de Moyano, que venían tiempos de ajuste pero también de alta conflictividad social. Y haber vertebrado una política ofensiva basada en 4 ejes: ponerse a la cabeza del conflicto convocando a paros nacionales, construir un programa obrero con reclamos universales, convocar desde la clase obrera a los sectores populares y medios levantando también sus demandas específicas (el programa de 32 puntos) y desplegar una fuerte política de unidad de acción, embretando al moyanismo y demás sectores a tomar estos reclamos y salir a la pelea.
Así como al interior de la CTA sectores influidos por el kirchnerismo combatieron esta política, otros compañeros honestamente plantearon lógicas dudas habida cuenta de los antecedentes y la caracterización de los sectores dirigenciales burocráticos que se hicieron opositores y con los que nos empezamos a movilizar. Haber sido sostén sindical del gobierno por años, practicar el viejo modelo sindical burocrático e impulsar proyectos políticos patronales con los cultores de la vieja política, son críticas ultracorrectas, que hay que marcar a fuego y disputar. Pero no pueden ser la excusa para paralizar la necesaria unida en la acción. Así lo entendimos y batallamos desde nuestra corriente, coincidiendo con Pablo Micheli y sectores de la dirigencia de la central, lo que fue clave para arribar a una síntesis positiva.
Se demostró que esta política fue más que útil para desarrollar la movilización y que, aplicada correctamente, es decir con un programa acertado y manteniendo la autonomía y la identidad de la CTA y los sectores combativos, hizo realidad el 20N y el 19D y fortaleció a la CTA.
Las huestes de Moyano también tuvieron sangrías por la unidad de acción. Operados por el gobierno y preocupados por la disputa alrededor de las obras sociales, en las filas de la CGT también se abrió el debate.
En realidad, más allá de las discusiones entre los dirigentes, lo que se abrió es una gran debate en un sector masivo del movimiento obrero, que rompió políticamente con Cristina y su gobierno, salió a la lucha, demanda resultados que en términos concretos todavía no se visibilizan y asimismo busca también un nuevo rumbo político.

Caló de fiesta en Balcarce 50.

Caló de fiesta en Balcarce 50.

 

Yasky y los aplaudidores de Cristina.

Yasky y los aplaudidores de Cristina.

 

Desafíos para 2013

Se viene un año de mayor crisis y ajuste. Sobre fin de año hay tarifazo navideño, se mantiene el impuesto al salario y se promete enchalecar las parita-rias negando todo aumento universal, así como ajuste en todas las provincias. Este fue un año positivo en términos de acumulación política. Pero tenemos que avanzar a un año de resultados. Se necesita profundizar el rumbo correcto, ampliar la unidad incorporando a la lucha a nuevos sectores de trabajadores aún bajo la órbitra de Yasky o Caló, y vertebrar un plan de lucha. Para torcer el brazo K y avanzar en derrotar el ajuste.
Peleando por los reclamos más urgentes y también por medidas de emergencia y de fondo, por otro modelo que deje de pagar la deuda externa y financie la deuda social con la plata que nos robaron los de arriba.
Para ello junto a la unidad de acción, hay que avanzar en construir la CTA con una política correcta en la estrategia de una “central de masas” para la lucha, democrática y más autónoma que nunca. Para ello, junto con mantener y profundizar la iniciativa en la calle, hay que dar nuevos pasos políticos y en la construcción. Fortaleciendo y reorganizando sus regionales, aplicando las resoluciones de la reunión de Mar del Plata y preparando un Congreso Federal que aborde debates pendientes, como los de modelo sindical y estatutos en la central y en sus sindicatos, sobre cómo disputar en los gremios con nuevos nucleamientos o listas de oposición según el proceso real. Avanzando en el gremio docente fortaleciendo la nueva federación y también en el sector privado.
Y también abonando desde la central a la construcción de una alternativa política unitaria alejada tanto del sectarismo como del oportunismo entre todos los sectores que actuamos en la CTA. Ya que, así como habrá disputa sobre cómo encarar la lucha y sobre el modelo sindical, también la hay y la habrá cada vez más en un año político electoral, con quienes postulan variantes contrarias a los intereses de los trabajadores. Y eso también es clave para la clase trabajadora.
Desde la corriente sindical del MST nos comprometemos a seguir trabajando para avanzar en estos desafíos y te invitamos a sumarte.

El MST marcó una fuerte presencia durante la jornada.

El MST marcó una fuerte presencia durante la jornada.

 

Catamarca:

El Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) convocó a una movilización en adhesión a la marcha que organiza la CTA, la GGT y agrupaciones de izquierda. «El ajuste en las provincias, el impuesto al salario, las asignaciones negadas, la jubilación de miseria, los planes sociales congelados son más que suficiente combustible para la lucha contra esta política económica que favorece a algunos pocos y perjudica a la mayoría del pueblo», señala el comunicado del MST.

Tucumán:

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Se realizó un acto con más de 4000 personas en plaza independencia. Convocado por la Intersindical, frente conformado por la CTA, la CGT y organizaciones sociales y políticas.Se leyó un documento unitario con tres ejes: Repudio al fallo del juicio Marita Verón, conmemoración del Argentinazo y el programa de 36 puntos de reivindicaciones nacionales y provinciales. Importante columna del Teresa Vive y el MST.

Entre Ríos:

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La CTA marchó bajo la consigna “Por una navidad sin hambre y un país con justicia social” y en conmemoración de Romina Ituraín, Eloísa Paniagua, y José Daniel Rodrí-guez, víctimas de la represión desatada en todo el país el 19 y 20 de diciembre de 2001. Repudio a la quema de autos de dirigentes de la CCC.

Mendoza:

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En el marco de la jornada nacional, los gremios de la CTA y organizaciones sociales y la izquierda realizamos un Acto-Festival frente a la legislatura, donde llamamos a darle continuidad a los reclamos en un Plan de Lucha Nacional.

Marcha en Jujuy:

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Radio abierta en Córdoba:

Jornada 19D en Córdoba_web

Huelga Nacional CTA – CGT

Concretar la convocatoria y prepararla en todo el país

Desde el paro del 10 y la masiva marcha conjunta CTA-CGT se han acumulado nuevas razones para la huelga nacional que se viene preparando muy probablemente para el 20 de noviembre. La crisis castiga duro y las nuevas medidas del gobierno traen mayores penurias para el pueblo trabajador. Encarando los debates en torno a la unidad de acción, urge concretar la convocatoria sin mayores dilaciones y organizar una medida contundente y con continuidad.

Guillermo Pacagnini, Mesa Nacional CTA Coordinador Corriente Sindical MST

La sanción de la ley antiobrera K de ART es la muestra más contundente de los tiempos de ajuste que se vienen, del nuevo estilo K para hacernos pagar la crisis y del arco de alianzas que necesita para imponerla: la UIA, las grandes patronales y las distintas variantes de los viejos partidos incluyendo sus expresiones más recalcitrantes como el PRO. Ese pacto para meter el ajuste se repite con los demás gobernadores para recortar los presupuestos, congelar vacantes, precarizar y mantener el impuesto al salario así como el cepo en las asignaciones en los trabajadores estatales y privados. E incluye apuntalar este modelo de crisis que castiga a los trabajadores, sectores populares y capas medias de la población. La eliminación por decreto de los reintegros a los discapacitados, es un nuevo y grotesco ataque.
Bronca e incremento del conflicto social son la respuesta de los trabajadores y el pueblo que enfrentan al gobierno y demandan un cambio de escenario que responda a sus reclamos. La huelga nacional conjunta es clave para empujar por ello.

CTA: una política correcta

El llamado de Pablo Micheli desde la plaza de Mayo a construir un nuevo paro nacional esta vez organizado de manera conjunta y efectiva con la CGT, subió la apuesta en una política correcta que se viene diseñando desde nuestra central apenas comenzaron a soplar los vientos de la “sintonía fina K”. Se sucedían y aumentaban los conflictos y se imponía postular un polo de articulación, no solamente para apoyar las demandas parciales de cada sector, sino para construir un programa que levante un pliego nacional único y, desde la clase obrera, levante las demandas de los sectores medios y populares para amplificar la movilización.
El paro del 8 de junio fue un punto de inflexión en la concreción de esta política. Los llamamientos a la CGT a la unidad de acción se intensificaron y, si bien no fue posible la coordinación en la marcha cegetista del 27, se realizaron dos reuniones de ambas conducciones y con el Paro del 10/10 emergió con fuerza un polo de referencia para la movilización a nivel nacional. Se sumaron nuevos sectores y se construyó un progresivo programa conjunto con los movimientos sociales, la FUA y la Federación Agraria. La marcha rechazando la ley de ART de los K fue un nuevo paso y, sin dudas, la huelga nacional conjunta sería un salto de calidad en este sentido. Por ello desde la CTA se propuso la fecha del 20 de noviembre que tiene que ser ratificada por la CGT.

Debates en curso

Esta orientación correcta que colocó a la CTA como eje articulador de estos nuevos fenómenos, se fue forjando en medio de fuertes debates en torno a la unidad de acción al interior de la central, así como en franjas de luchadores sindicales y la izquierda.
Al interior de la CTA hay debates enriquecedores que hacen a la pluralidad de posiciones y la necesaria elaboración colectiva. Los hubo respecto de la coyuntura y de la politica hacia el gobierno K. Se avanzó en una síntesis que posibilitó posicionar claramente a la CTA en la escena nacional contra las políticas de ajuste del gobierno y generando acciones. Pese a esta evidencia de la realidad, aunque minoritarios, hay sectores que siguen cuestionando la necesaria unidad de acción. El anuncio del sector de Barrionuevo de sumarse a la próxima huelga nacional, no concretado aún, reavivó estos debates. Desde nuestra corriente, insistiremos en que toda unidad de acción es útil y correcta siempre que fortalezca al movimiento obrero y sus luchas, el programa responda a las necesidades concretas y se mantenga la independecia y la capacidad de dar debate crítico sobre los aliados circunstanciales. Todo ello viene sucediendo. Por supuesto que compartimos y sostenemos la sana desconfianza en todos esos viejos dirigentes que han estado con el gobierno, practican el viejo modelo sindical burocrático y son promotores de proyectos políticos ajenos a los trabajadores y que no son alternativa al kirchnerismo.
Por ello es importante ratificar la autonomía frente a estos sectores y rechazar con claridad los proyectos políticos que alientan, ya sean con Macri, De la Sota, Scioli u otra variante similar que por cierto, terminan también pactando con los K medidas antiobreras. Pero ello no debe impedir la unidad de acción para movilizar, ya que no se trata de hacer un frente político. Se trata de unirse en la calle alrededor de un programa y fortalecer las posibilidades de que ese programa se concrete fortaleciendo a los trabajadores para derrotar al gobierno.
Es importante encarar estos debates con todos los compañeros, sabiendo que sobre esas dudas actúa la política del gobierno, sus aliados y aquellos que le son funcionales, como la izquierda sectaria del FIT, para dividir y desmovilizar.

Preparar la huelga en todo el país

A la par que instamos a que se defina la CGT y se le ponga fecha al paro ya mismo, hay que salir a prepararlo y, como definió la mesa nacional de CTA, que tenga carácter activo, con acciones en todo el país. Estamos ante la posibilidad que no solamente crezca la movilización sino que se concrete por primera vez en muchos años, una huelga que paralice importantes sectores del transporte y la actividad privada, no solamente los servicios estatales. Esto implica tomar con seriedad y planificación en todos los gremios y todos los lugares de trabajo esta convocatoria, incluso desde ya en el ámbito de la CGT Balcarce y del sector Yasky. Podemos lograr un paro contundente en el gremio docente, en el transporte, en el sector metalúrgico y otros de la producción. Gremios nacionales ya se pronunciaron como ATE Nacional y la FesProSa. Hay que plantear asambleas, reuniones y plenarios de delegados y activistas, buscar todas las variantes según la realidad de cada lugar para que ese día se resuelva democráticamente realizar la mayor acción posible. Y, desde ya, preparar las acciones de movilización, cortes y marchas en todo el país con un objetivo fundamental en reventar la Plaza de Mayo. Manos a la obra, en los debates y en las tareas.

El movimiento obrero y la división de la CGT

Un nuevo mapa sindical y político

El Congreso que reeligió a Moyano institucionalizó la división de la CGT en tres sectores. La noticia se difundió con un análisis adjunto: hay cinco centrales en la Argentina, considerando a la CTA encabezada por Micheli y al sector de Yasky. Cristina ya se reunió con el engendro que están armando Gordos e Independientes, una impresentable entente que se postula para ser oficialista. El nuevo mapa que se configura por arriba, es el reflejo de un intenso y amplio debate en las filas del movimiento obrero en el camino de una nueva dirección sindical y política.

Guillermo Pacagnini, Secretario Sindical del MST
Miembro de la Mesa Nacional
de la CTA

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La división de la burocracia sindical no es nueva. Siempre hubo alas, sectores, fracciones y hasta divisiones de la CGT. Incluso han sido menores los períodos de “unidad” total del sindicalismo burocrático. Tales divisiones siempre reflejaron una combinación de factores: roces entre sectores patronales con los que tenían acuerdos, relaciones con los gobiernos de turno, disputa interburocrática por el reparto de prebendas, presión de las bases que las empujaba a ir más allá de sus deseos y los vaivenes de la crisis histórica y estructural del PJ.

Esos factores están en la raíz de la crisis actual, con dos particularidades que potencian la crisis de esa losa burocrática que se está quebrando. Un factor, producto de la etapa abierta en el país tras el Argentinazo, fue la estrategia K de intentar recomponer el régimen y armar un proyecto burocrático que aparezca distinto al de la vieja burocracia desprestigiada y que le sirva de apoyo para un pacto social al servicio de marchar hacia un capitalismo “normal”. Sin embargo, las luchas y la efervescencia que creció en el movimiento obrero hizo que avanzara muy parcialmente y a un alto costo. Le alcanzó para hacer del “moyanismo” una de sus patas de apoyo esencial. Esa relación, que por ser interlocutor preferido y por la caja de las obras sociales a cambio de ser garante de los techos salariales y frenar la pelea social, ahondó la crisis con los otros sectores y se fue agotando al ritmo de la crisis económica que acotó los márgenes de maniobra del gobierno. La debacle del modelo K dejó a Cristina sin esa pata de apoyo clave que ahora intentará recomponer, en una coyuntura de mucho desgaste, con un conglomerado de viejos personajes como Lescano, Cavalieri, Martínez y otros, muy desprestigiados y dignos de un museo de cera. Antes había fracasado en quedarse con la CTA. Aunque forzó una crisis y sumó a Yasky, se produjo un realinea-miento positivo alrededor de la CTA encabezada por Micheli, en defensa de la autonomía de la central.

Hacia nuevos fenómenos sindicales

La otra particularidad es cualitativa: la crisis por abajo. El tremendo desprestigio de la burocracia en su relación con la base por años de traiciones y por su modelo sindical verticalista, que hizo de los sindicatos agencias del poder de turno, mediante el cual durante sus épocas de gloria lograron disciplinar a los trabajadores. Todo eso está cuestionado y, más allá de los vaivenes, empieza a expresarse en miles de activistas que surgen por la base en las luchas. En cientos de delegados y nuevos dirigentes que comienzan a ganarle terreno a la vieja burocracia. Está en curso un proceso de renovación sindical. El pase de Moyano a la oposición abre nuevas brechas para alimentar este proceso. El paro nacional y la marcha a Plaza de Mayo del 27 de junio, que fue una continuidad objetiva y programática del paro del 8 de la CTA y abrió un canal de expresión contra el ajuste nacional, es fruto de esos cambios. Para los luchadores se impone tomar nota de estas novedades. Hay que bregar, sin depositar ninguna confianza en Moyano, por un plan de lucha conjunto CTA-CGT. La nueva etapa por la que transita la CTA ofrece un ámbito para el reagrupamiento en el seno del cual se puede fomentar el proceso de recambio sindical. Si nuestra central se postula con fuerza y una política correcta hacia estos cambios en el mapa gremial, puede avanzar en ser una referencia para la unidad de acción en la lucha y también hacia la construcción de la dirección combativa y democrática que se necesita.

Un amplio debate político

Estos cambios no solo inauguraron un escenario más propicio para las luchas y el recambio sindical. Lo central es el debate político que se abre al interior de un amplio sector del movimiento obrero que rompe con el gobierno e inicia la búsqueda de un nuevo rumbo. Moyano debió referirse a ello al decir que “los trabajadores van a ver a quién votar”. Un punto clave, que atañe a la alternativa política que hace falta ante la debacle a la que se encamina el gobierno K. Los coqueteos de Moyano con Scioli y otras variantes del PJ disidente no son salida. No responden positivamente a este debate. La burocracia siempre, en todas sus variantes, fue socia de la vieja política, del PJ y de otros sectores de la oposición patronal. Ha llevado a los trabajadores de furgón de cola de los intereses de los capitalistas. Los trabajadores, para mejor pelear por defender las conquistas y por un modelo alternativo con cambios de fondo, tenemos que fortalecer nuestra propia opción política. Una alternativa amplia, como la que venimos proponiendo desde el MST, con las fuerzas con los que compartimos el Movimiento Proyecto Sur, los sectores con los que estamos en la construcción de la CTA y abiertos a empalmar con nuevas expresiones surgidas del debate abierto entre los trabajadores que buscan y necesitan una nueva alternativa.

Fuerte paro nacional y masivo acto en Plaza de Mayo

El 27 de junio, más de 50.000 trabajadores llenamos Plaza de Mayo. Más allá de los límites de la dirección cegetista y de la tremenda campaña del gobierno, hubo un parazo y una movilización que canalizaron la bronca obrera y popular contra el ajuste. Hay que seguirla con un plan de lucha CGT-CTA.

Guillermo Pacagnini,
secretario  sindical del MST
Mesa Nacional CTA

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El paro y acto de la CGT fueron el punto culminante de un agitado momento político cuya primera demostración fue el paro del 8 de la CTA y que se aceleró con la medida de fuerza de los Camioneros y otras luchas.
Fue un canal de expresión de los miles y miles que vienen luchando o acumulando bronca y una categórica respuesta al discurso provocador de Cristina que ratificó el impuesto al salario y acusó de “tacaños” a los trabajadores.

No solo pararon los gremios afines a Moyano. La medida repercutió en gremios nacionales, como el docente. Y se movilizaron importantes sectores combativos y de oposición. Hubo amplia adhesión entre los docentes, CICOP y FesProSa, la votación positiva en la asamblea de Ademys, la oposición del Suteba y la movilización a la Plaza de la seccional San Fernando del SUTNA y Fate, la oposición ferroviaria a la Verde de Pedraza y sectores del subte que fueron por mandato de asambleas.

Aparte de las desigualdades del paro y de los medios que intentaron atenuar sus efectos, fue un hecho político de magnitud. Además de lucha, la Plaza llena de columnas obreras y de la izquierda mostró la creciente ruptura política con el gobierno.

Derrota política para el gobierno

El gobierno desplegó una tremenda campaña con sus dirigentes políticos y sindicales adictos, los “gordos” y demás sectores que disputan la CGT, en acuerdo con las patronales y el sector de Yasky, presionando para no ir a la Plaza. El multimedio estatal y capitalistas amigos se sumaron a la campaña. Hablaron de “golpismo”, “desestabilización” y que “se viene la derecha”.

El colmo fue el discurso de la presidenta, que caldeó más los ánimos al reivindicar el impuesto al salario que castiga a dos millones de compañeros y reconocer que un 81% de trabajadores no llega al salario mínimo. Esa campaña abrió debates y confundió a algunos sectores. Pero la realidad pudo más y no logró torcer una Plaza masiva ni la simpatía de amplias franjas obreras y populares.

Una medida contundente

El paro reflejó una coyuntura muy complicada para el gobierno de Cristina, que viene con fuerte desgaste. Por sobre la desconfianza hacia Moyano y la dirigencia burocrática de la CGT, la bronca por la llegada de la crisis hizo primar el repudio al gobierno. Por eso el paro se sintió en gremios moyanistas, repercutió en otros, adhirieron sectores combativos y la movilización fue de las más grandes en años. Varias razones explican su contundencia:

El paro levantó dos puntos sentidos que son como un pliego nacional desde el paro de la CTA: la eliminación del impuesto al salario y del tope a las asignaciones familiares. Asimismo fue un punto de síntesis de luchas que vienen recorriendo el país en los estatales, salud, judiciales, docentes, alimentación, bancarios, camioneros y el propio paro nacional de nuestra CTA. Pero también canalizó el extendido malhumor social, el hartazgo por la inflación, los techos salariales y los presupuestos sociales congelados. En definitiva, el rechazo a los efectos de la crisis y a las medidas de ajuste con que el gobierno y las patronales pretenden que la paguemos.

Fue una clara señal para el gobierno y dejó planteada la necesidad de una continuidad.

Las críticas al moyanismo y algunos debates

En el activismo y en sectores de la CTA se abrieron muchos debates. Compartimos las críticas y desconfianza a Moyano por su apego al viejo modelo sindical burocrático y su apoyo al gobierno hasta hace poco. Los reclamos por los que convocó son sufridos desde hace tiempo y él recién empezó a levantarlos a medida que se peleaba con Cristina. No dio pasos concretos de unidad en la acción cuando la CTA lo planteó. Le puso límites a la medida, al programa y a la amplitud de la convocatoria. Terminó su discurso pidiéndole “diálogo” a Cristina y sin plantear continuidad en la lucha.

Pero aun compartiendo todo esto, la política correcta era llamar a apoyar el paro y a marchar a la Plaza. Así lo hicimos desde nuestra corriente, con volantes, recorridas de fábricas y reparticiones, en asambleas y plenarios sindicales. La campaña del gobierno y sus amigos de la burocracia llevaron confusión a algunos sectores del activo político sindical que no marcharon.

Lamentablemente, no logramos que la mayoría de la mesa de la CTA se pronunciara por la marcha. Se adhirió al paro, pero se resolvió no marchar. Creemos que esto fue equivocado y no ayudó a la unidad de acción que se necesita. No marchar argumentando la caracterización burocrática de Moyano, las posibles presencias en el palco o que no hubo una instancia de coordinación es equivocado frente a lo principal. Una unidad mayor hubiera fortalecido más al movimiento obrero en la pelea contra el impuesto al salario, contra el ajuste y hubiera postulado con mayor fuerza a la CTA, que venía con la iniciativa del paro del 8, levantando ese pliego y llamando a la unidad a la CGT. Cuando llegó el momento, no se concretó. Estos debates siguen abiertos y hacen a cómo pararse en la coyuntura y hacia una central de masas como la que se necesita.

Plan de lucha CTA-CGT

La perspectiva de agravamiento de la crisis, con más de 50.000 despidos y suspensiones en la industria, la suba de precios y el ajuste que se profundiza en el Estado plantean la necesidad de una continuidad.

Hay que hacer los mayores esfuerzos para apoyar las luchas actuales y para articular un plan de lucha conjunto de la CTA y la CGT. Un plan de lucha por los puntos urgentes -anular el impuesto al salario y el tope a las asignaciones, salario mínimo de 5.000 pesos, paritarias sin techo- y, frente a la crisis, por un plan económico alternativo obrero y popular para que la paguen los de arriba y no los trabajadores.

 

20 años del MST

Hace 20 años nacía el MST. Desde ese momento hasta hoy hemos venido participando en la lucha política y social, construyendo un partido socialista y revolucionario que es de los principales partidos de izquierda de nuestro país. Una herramienta que te invitamos a conocer y fortalecer.

Guillermo Pacagnini

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.Hace 20 años fundamos el MST, y aunque el tango dice que 20 años no es nada, en la vida política es un tiempo más que considerable. Muchas organizaciones sucumben mucho antes, otras perviven como pequeños grupos sectarios o marginales y otras se adaptan a las modas de turno. Quienes construimos el MST, con aciertos y errores, estamos orgullosos de haber sido parte de los principales hechos políticos y de la lucha de clases y de continuar interviniendo en la realidad. Jugándonos por entero a la causa de los trabajadores y el pueblo, convencidos de que lograr transformaciones en sentido socialista no solo es necesario sino posible. Sin creer que es una tarea fácil ni menos aún que de antemano esté asegurada. Lo que creemos es que hace falta construir una herramienta política que pelee por un objetivo socialista y revolucionario, y que dispute en todos los niveles de la lucha política y social.

Tres hitos fundamentales en nuestra historia

Nuestra vida reciente estuvo jalonada por los grandes cambios en la lucha de clases a nivel internacional y de nuestro país. Es así que nacimos a partir de la crisis y estallido del viejo MAS, que luego de la muerte de Moreno fue abandonando esa tradición y dio respuestas equivocadas a los fenómenos pos caída del muro de Berlín y el estalinismo en el mundo. Para nosotros, a pesar de la contradicción que implicó la campaña del imperialismo sobre el “fracaso del socialismo”, por el hundimiento de ese aparato burocrático se abría una gran oportunidad para la construcción del partido que necesitan las masas. El MST nace en 1992, justamente un 1º de mayo, peleando dentro del MAS por estas posiciones, y luego construyendo la corriente que fundara Moreno, que pelee por las masas, sea internacionalista, rechace el sectarismo y el oportunismo y bregue por un régimen sano de partido. Esa pelea principista, puso las bases para hacer una nueva dirección y un nuevo partido que recoja ese bagaje y salga de nuevo a la palestra. Los difíciles comienzos del MST nos encontraron en las primeras peleas contra Menem y la campaña contra la jubilación privada.

Un segundo hito fue el Santiagueñazo de fines de 1993. Ese giro en la situación nacional que fue para Menem el inicio de su debacle. Nosotros definimos intervenir a fondo en esta realidad, dando un giro importante en la construcción del partido y su dirección. Así, nos extendimos en todo el país al calor de los distintos provincialazos; siendo parte dinámica en la juventud y tuvimos un papel importante en las grandes movilizaciones contra la Ley Federal y de Educación Superior y en la debacle de la Franja. En el movimiento de derechos humanos, escrachando a los genocidas y propiciando la cárcel y el castigo. También aportamos a las camadas de nuevos delegados y dirigentes del movimiento obrero.

El tercer hito, sin dudas fue el Argentinazo de 2001 del cual sacamos importantes conclusiones. Desde allí definimos una Juventud Socialista pegada a las luchas obreras y también respondiendo a las necesidades de los estudiantes, echando a la Franja de la FUBA encabezando el Frente 20 de Diciembre. El Movimiento Sin Trabajo Teresa Vive organizando la pelea por asistencia y trabajo genuino, la corriente sindical con la que nos hicimos fuertes en el transporte, la Lista Lila en docentes y luego ayudando a conformar la Lista 1 dando pelea en la CTA sobre la necesidad de una central democrática y combativa para lograr una nueva dirección de nuestra clase. Por supuesto, también nuestra confluencia en el Movimiento Proyecto Sur, como parte de nuestra pelea por poner en pie una alternativa amplia y transformadora.

Desde 1944, la continuidad de una tradición

Si bien el MST cumple 20 años desde su fundación, nuestra organización tiene sus raíces y expresa una tradición con casi 70 años de existencia en Argentina: la corriente trotskista de Nahuel Moreno.

Desde aquel 1944, cuando el GOM comenzó la implantación en las barriadas de la zona sur del conurbano, metiéndose de lleno en los conflictos del gremio de la carne y haciendo las primeras experiencias en el seno del movimiento obrero. Con Palabra Obrera y la búsqueda de una política hacia el peronismo, sin caer en oportunismos ni sectarismos que terminaban debilitando a nuestra clase y a los revolucionarios. Peleando en el Cordobazo, por derrotar a la dictadura, y por aprovechar el crecimiento del clasismo para avanzar en la construcción de una nueva dirección para los trabajadores. Desde el PRT-La verdad debatiendo frontalmente con los sectores que propugnaban el método foquista, aislándose del movimiento de masas, facilitando la represión y renegando de la necesidad de construir partido. Batallando por la personería político-electoral del PST para ponerla al servicio de una alternativa de los trabajadores, frente al PJ, la UCR y demás variantes patronales. Desde la clandestinidad, soportando el asesinato de más de 100 compañeros por la Triple A y luego por la dictadura, siendo parte de la organización de los familiares, poniendo abogados para pedir por los desaparecidos y visitar a los presos de todas las corrientes; pero siempre acompañando la experiencia que iban haciendo los trabajadores con el gobierno militar, pegados a sus luchas. Tras la revolución democrática que echó a patadas a los milicos en el ´82, lanzándose a construir el MAS como un fuerte partido enraizado en el pueblo trabajador. Acompañando este camino, con la permanente búsqueda de confluir internacionalmente con los sectores que venían dando batalla por la revolución y el socialismo en sus países.

Son casi 7 décadas defendiendo una tradición política. La de una corriente que, con sus aciertos y también con sus errores, ha dejado la vida de generaciones de cuadros y militantes, en pos de la construcción de un partido revolucionario que dispute por amplios sectores de los trabajadores y el movimiento de masas, rechazando las pequeñas capillas sectarias y sus gurúes de miniatura; así como las construcciones que viven haciendo de soporte izquierdo al régimen.

La necesidad de ser cada día más internacionalistas

Reconocemos el año 1944 como el de origen de nuestra corriente fundada por Nahuel Moreno. Pero en sus propias palabras: “No fue hasta el año 48 que comenzamos a intervenir en la vida de la Cuarta Internacional, participando en su Segundo Congreso. Consideramos éste el paso teórico político más importante dado por la organización argentina”

Como su incansable derrotero construyendo, explorando permanmentemente la unidad y respondiendo a los vaivenes de la situación mundial, pero con la firme estrategia de construir una corriente internacional en el puesto de mando. Esa fue la tradición y convicción que continuamos desde el MST construyendo a nivel internacional, en Bielorrusia, Francia, Venezuela, Brasil, Perú y otros lugares y ahora en un avance muy importante para nosotros confluyendo en un acuerdo político con la IV internacional.

Para construir una alternativa amplia, unitaria y anticapitalista, vení al MST

El Argentinazo del 2001 produjo un cambio grande en nuestro país y también repercutió en todas las organizaciones de izquierda política, social y sindical. Ese hecho tremendo de la realidad nos hizo reflexionar sobre la ausencia de una herramienta política con peso suficiente en los trabajadores y el pueblo como para transformarse en una alternativa y disputar el poder. Constatamos que eso impidió que las luchas y los nuevos procesos sociales barriales, piqueteros, de nueva dirección sindical y otros pudieran desarrollarse y dar saltos de calidad.

En el camino de avanzar en la disputa por una franja de masas y la construcción del partido, ajustamos nuestra política, organización y régimen interno a la nueva etapa y lamentablemente un pequeño sector se retiró por una gran incomprensión de los cambios que había que hacer. Porque desde el 2001 se vive una nueva etapa y un espacio sin precedentes para construir una alternativa amplia, de izquierda, antiimperialista y anticapitalista con peso de masas y a caballo de ir forjando esa herramienta amplia ir fortaleciendo un partido socialista y revolucionario como el MST. El kirchnerismo no pudo cortar este proceso y ahora el espacio se ensancha de la mano del desgaste K y este aniversario se inscribe en una de las mayores oportunidades que dan este marco nacional y la crisis del paradigma capitalista a nivel mundial.

La herramienta que queremos construir

Peleamos por construir una alternativa anticapitalista amplia para disputar franjas de masas, alejada del oportunismo y del sectarismo. No concebimos el atajo oportunista de que para hacer una alternativa grande hay que apoyar gobiernos capitalistas como lo hizo el PC con el kirchnerismo o integrar a variantes del régimen como la del FAP que no levanta salidas de fondo. Tampoco creemos que sirvan las construcciones autorreferenciales y sectarias que postulan sectores de la izquierda como el FIT, que se niegan a empalmar con corrientes que provienen de tradiciones distintas a las de la izquierda. Estamos empeñados en construir una alternativa con un claro programa antiimperialista y anticapitalista que pueda ganar peso de masas a partir de la confluencia con todos aquellos sectores provenientes del nacionalismo popular, antiimperialismo y también de la izquierda que quieran integrar algo amplio donde se respeten diferencias e identidades. Para que en el próximo argentinazo haya una herramienta con peso para disputar.

En este aniversario te invitamos a sumarse a nuestro partido para que juntos hagamos cada vez más fuerte esta herramienta.